Cloacas del Butaló: un ladrillo más en la pared y varios caños menos en la obra

El intendente Leandro Altolaguirre demostró durante los actos del Día de la Bandera que puede eludir temas espinosos cuya evidencia dejan poco margen para esquivarlos.
Ante la consulta de algunos medios sobre la paralización de la obra de cloacas del Barrio Butaló, el jefe comunal explicó que “la empresa está dentro de los plazos y no está paralizada, se está cumpliendo con los plazos, es más, venía adelantada y se dedicó en este tiempo a hacer otros trabajos en otros puntos de la ciudad”.
Evidentemente encontró la manera de intentar explicar que a un año de que el Gobierno Provincial pusiera a disposición los fondos necesarios para que se hiciera la obra aún no se ven resultados.
Altolaguirre no deja de demostrar que en algunos aspectos la fortuna está de su lado. Consiguió que concejales oficialistas y opositores (a excepción del PJ) armaran una “comisión de seguimiento de la obra” que a la fecha aparenta haber quedado a medio camino entre el ejecutivo municipal y los vecinos.
Tal como se preveía, la comisión está compuesta de ediles y asesores que carecen de conocimientos elementales para seguir y evaluar una obra de esta magnitud y apelan a términos como que “hay cosas raras y misteriosas” para intentar encontrar una causa por la evidente paralización de la obra y las fallas que ya estarían apareciendo en la misma.
La comisión atiende los reclamos de los vecinos, pero según admiten algunos concejales del oficialismo, no recibirían ninguna explicación de los funcionarios de Altolaguirre.
En definitiva, pasó lo que se veía venir: la comisión terminó asumiendo una responsabilidad que no le correspondía y licuó las culpas de funcionarios municipales e inspectores que por estas horas deberían estar poniendo la cara ante los atribulados vecinos que deben convivir en medio de las heces y sus nauseabundos olores. Aunque para el intendente de Santa Rosa, la obra esté “dentro de los tiempos previstos”.