A 99 años del nacimiento de Evita
*Por Alicia Alicia Mayoral (Dip. PJ)
Los argentinos tuvimos la suerte de tener a una mujer como Evita entre nosotros, quién junto a Perón, constituyó la pareja política más importante de la historia nacional. La breve contundencia de su paso por la vida pública del país, cambio para siempre la forma de hacer política: el amor, conjugado con la justicia social llegaron para quedarse.
Su enorme inteligencia natural, la valentía de sus actos y la pasión de sus convicciones, influyeron en millones de mujeres que –a partir de ella-, se animaron a ejercer su influencia en la escena nacional, derribando prejuicios y consolidando nuevos espacios de participación cívica.
Seguramente hoy, con casi cien años, ella se manifestaría en contra de los despidos y el tarifazo; o denunciaría la falta de creatividad y humanidad de la dirigencia política a la hora de ejercer la administración del Estado.
Si Evita viviera… indignada ante tanta mezquindad, hubiese acompañado los reclamos por la restitución del Río Atuel junto al pueblo de La Pampa, instando a la provincia de Mendoza a cumplir con la ley, respecto del caudal continuo que se demanda.
Viva o muerta, pasional y humana, conciliadora y rebelde, amada y odiada, figura referencial, ícono mundial, estimulo vigente y polémica, pero jamás indiferente y tan necesaria… Evita nos interpela en cualquiera de sus formas, nos invita a no bajar los brazos en la búsqueda de un mundo mejor, menos desigual y más justo.
De nosotros, sus herederos, depende llevar su nombre a la victoria, convirtiendo en bandera de lucha su ejemplo contra el individualismo y la mentira, en pos de una Argentina para todos, solidaria, digna, libre y soberana”.