Triaca engorda estructura del Ministerio de Trabajo
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, duplicará las secretarías bajo su órbita y promoverá un reordenamiento integral de los cargos de esa cartera. El movimiento, que se concretará en los próximos días cuando todavía resuenan los ecos por el escándalo de la excasera del ministro, elevará de rango a su grupo de confianza y relegará al secretario de Empleo, Miguel Ponte, un exTechint de perfil técnico.
El cambio más importante será la creación de tres nuevas secretarías por debajo de Triaca. A la de Trabajo, a cargo de Horacio Pitrau; Empleo, con Ponte, y de Seguridad Social, de Juan Carlos Paulucci, se sumarán en los próximos días otras tantas: una de Administración, que recaerá en Esteban Eseverri, hoy subsecretario y abogado de confianza de Triaca; otra, de Relaciones Federales, que tendrá como titular a otro actual subsecretario de la misma cartera, Lucas Aparicio, con pasos previos en el Ministerio de Transporte y antes, vinculado al gremio estatal UPCN, y una más de Igualdad de Oportunidades y Género (tal su denominación provisoria) que tendrá al frente a una mujer, aún no confirmada.
La modificación estructural estaba planeada desde el año pasado y avanzará a pesar de las repercusiones del caso de Sandra Heredia, la exempleada doméstica del ministro, entre las que se cuenta el decreto antinepotismo de Mauricio Macri firmado para mitigar el escándalo. Cerca de Triaca confirmaron la información aunque matizaron que no implicará necesariamente un aumento de cargos políticos, al menos en términos de gasto en comparación con el previsto en el presupuesto 2018 para el Ministerio.
De todos modos, y como parte del mismo cambio, la semana pasada se publicó en el Boletín Oficial la resolución 944 de la cartera laboral que creó 14 nuevas coordinaciones en el área de Empleo. En contra de lo que podría pensarse se trata de una maniobra destinada a recortarle funciones a Ponte: esas coordinaciones no llegarán a funcionar y en cambio quedarán acopladas a un nuevo esquema de “agencias territoriales” que se desplegarán en todo el país a partir del reordenamiento.
Esas agencias, al igual que otras que hasta ahora se encontraban bajo la órbita de Empleo, pasarán a la nueva secretaría de Relaciones Federales, de Aparicio, junto con otros programas como el Repro, que distribuye subsidios para empresas en situación crítica para ponerlas a salvo -en teoría- de un quebranto y propender a su continuidad. Antes de recalar en su actual destino como subsecretario de Fiscalización del Trabajo y la Seguridad Social, el funcionario se desempeñó en varias áreas de Transporte con eje en la negociación de las paritarias con los gremios del sector, en particular los aeronáuticos, y hasta llegó a dirigir Ferrobaires, la línea que María Eugenia Vidal decidió suprimir semanas atrás.
La reconversión de delegaciones de la Secretaría de Trabajo y de gerencias de la de Empleo en “agencias” de la nueva área será el mecanismo utilizado para mostrar una aparente racionalización de la estructura de cargos políticos que, de todos modos, no implicará despidos en esas jerarquías sino, eventualmente, cargos menos estables que podrá remover una nueva administración. En Trabajo, de hecho, comentan que la nueva estructura implicará un ahorro pero luego aclaran que lo será respecto de un presupuesto 2018 que previamente había subido para cobijar nuevas reparticiones.
Otro gran beneficiario del futuro esquema será Eseverri, abogado de Triaca y uno de los autores de la -por ahora malograda- reforma laboral. El actual subsecretario de Planificación de Políticas Sociolaborales se vinculó fuertemente al ministro en la fundación Creer y Crecer y fue uno de sus asesores en la Cámara de Diputados, al igual que de Federico Pinedo.
Mientras que un número no determinado de subsecretarías pasarán en la nueva estructura al área del jefe de Gabinete de la cartera laboral, Ernesto Leguizamón, que junto al secretario de Trabajo, Horacio Pitrau, completan el círculo de mayor confianza de Triaca. Sus colaboradores alegan que el reordenamiento fue pensado para un relanzamiento de la gestión con la mirada puesta en una mayor confrontación con el sindicalismo opositor. Incluso si implica pagar una vez más costos políticos tras los que demandó el despido de Heredia.
Fuente: ámbito.com