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La gente es mala y comenta…

Hasta hace siete días, el veterinario Marcelo Zapico fue concejal de Toay por el massista Frente Renovador. Hoy ya está cumpliendo funciones como subsecretario de Microeconomía Regional, convocado por el gobernador Carlos Verna. Hasta aquí lo que todo el mundo sabe.
Cuentan las malas lenguas toayenses que hubo un intríngulis más que interesante por su sucesión en el Deliberativo de la vecina localidad, digno de ser mencionado en esta columna.
Juran que, una vez confirmado el cargo y la asunción, Zapico visitó personalmente a quien le sigue en la lista de concejales de su partido -una mujer- para anoticiarla de la situación.
La fémina sería integrante de una familia humilde, con 9 hijos, por algunos de los cuales percibe el beneficio de la Asignación Universal por Hijo. La mujer les habría manifestado al flamante funcionario vernista cierto temor por el rol deliberativo que le tocaría asumir, Zapico le habría ofrecido asistencia y la del equipo que secunda al diputado Dario Hernandez, convenciéndola.
Casi al mismo tiempo, la misma mujer habría recibido la visita de una comitiva de integrantes del mismo espacio partidario que le habrían “informado”–de manera errónea- que ella no iba a poder asumir el cargo de concejala por incompatibilidades (¿?). Supuestamente le habrían explicado que era un rol muy importante y que ella lo no iba a poder desarrollar. Siempre según nuestros “garganta profunda”, le habrían asegurado que si asumía iba a perder el cobro de las asignaciones de sus hijos. O sea, le inculcaron miedo para que desistiera de asumir.
El objetivo de la visita de los comedidos, aparentemente, habría sido el movimiento de la lista y que otra persona asumiera en su lugar.
Luego de la “amigable visita”, la mujer habría quedado atemorizada y casi convencida de no asumir. Dicen que Zapico y compañía debieron esforzarse para finalmente convencerla, y finalmente el reemplazo del funcionario provincial tendrá polleras.
La gente, que es mala y comenta también en Toay, jura que en el libro que llevaba bajo el brazo uno de los integrantes de la comitiva conspirativa había varios párrafos que recuerdan que el  Dios de los cristianos tiene predilección por los humildes. Así sea.