¿Que se rompa, pero que no se doble?
Austero en sus estrategias de marketing, hasta no hace mucho recurría a las denuncias mediáticas como mejor forma de promoción de su figura. Privado de ello por haber recordado que es oficialista y calzarse el traje de defensor de algunos aspectos de la gestión del intendente Leandro Altolaguirre, aunque critico por lo bajo, el concejal Marcos Cuelle decidió romper el chanchito y, asesorado por vaya a saber quién, decidió que la mejor manera de campear estos oscuros tiempos políticos que le toca vivir sea poner pasacalles en varias zonas de la ciudad, a la usanza de la vieja política que tanto ha vilipendiado, saludando por las fiestas y desando un buen 2018.
su ejemplo lo siguió, aunque con menos pasacalles, Félix Villatoro, otro de los concejales radicales que no comulga demasiado con borrar del mapa político a la UCR, a instancias de Cambiemos.
Ahora todo ello quedaría en solo una anécdota sino fuera que el otrora critico concejal y ahora parte de la gestión de Cambiemos en la ciudad, haya decidido marcar sus diferencias con el intendente Altolaguirre y desempolvar el viejo escudo radical para en unas especie de anagrama construir en el 0 de 2018 el escudo de la UCR.
No hay que ser un entendido en descifrar acertijos para deducir que el concejal quiso en este saludo en forma de pasacalle explicitar su pertenencia al devaluado centenario Partido a la vez que mostrar sus diferencias con la conducción local de la UCR y con los hermanos Altolaguirre quienes no ahorran tinta ni espacio en los medios para reivindicar la actual Alianza de gobierno nacional entre la Unión Cívica Radical y el PRO.