En la UCR santarroseña las aguas bajan turbias
La interna del radicalismo santarroseño sigue al rojo vivo. Mientras el Comité Capital de la UCR emitió un documento de apoyo al intendente Leandro Altolaguirre, el ex secretario de Gobierno municipal (gestión Francisco Torroba), Pedro Salas, volvió a cuestionar a la actual gestión comunal.
Apenas dos horas pasaron entre el documento emitido por el órgano partidario capitalino, presidido por el diputado Martín Berhongaray, para que el ex funcionario político de Francisco Torroba cruzara duramente a la intendencia de Cambiemos.
El Comité Capital manifestó que “Rechazamos las expresiones de algunas autoridades y funcionarios que pretenden desmerecer la figura del Intendente Municipal o que introducen análisis que atribuyen a la actual administración comunal la total responsabilidad por la situación de colapso que presenta la infraestructura urbana, particularmente los sistemas de desagües cloacales y agua potable”. El escrito respaldatorio se remite a un supuesto informe de hace 17 años, para deslindar las responsabilidades actuales de Altolaguirre, que habría advertido sobre la ausencia en el estudio de impacto ambiental del Acueducto del Río Colorado de la verdadera implicancia que tendría insuflar “agua importada” en gran magnitud en las redes locales.
Por supuesto que el documento de la UCR nada dice que en ese lapso Leandro Altolaguirre fue dos veces concejal, además de titular de la otrora fundación ecologista Alihuén, y no se registra proyecto alguno observando esta carencia.
No hay peor astilla…
Ciento veinte minutos después de emitido el documento de la UCR, el abogado Pedro Salas hizo lo propio con un escrito titulado “LA PERMANENCIA DE LO PROVISORIO”, difundido a través de su cuenta de Facebook. El ex funcionario torrobista cuestionó la continuidad del tendido de la manguera que mantiene aislados varios pasos viales comunicantes de sectores de la ciudad y deja flotando la duda si el municipio sigue pagando la fortuna que significa el alquiler de la bomba traída de Vaca Muerta, cuando los niveles de la laguna Don Tomás y los cuencos de pluviales ya volvieron a su nivel.
Salas hizo una reseña histórica que arranca con “Las lluvias extraordinarias caídas los últimos días de marzo pasado sobre la ciudad de Santa Rosa, que superaron los 250 mm en pocas horas, produjeron el colapso del sistema de desagües y el desborde de la Laguna Don Tomás y de los cuencos aliviadores de Villa Germinal, Malvinas Argentinas y Los Fresnos, provocando la inundación de éstos y otros barrios aledaños a la Laguna Don Tomás. El anegamiento de extensas barriadas con ingreso de agua a las viviendas, con daños materiales e imposibilidad del normal acceso y permanencia de sus habitantes, con la intransitabilidad de las calles y suspensión del funcionamiento normal de los servicios públicos, amenazó con prolongarse indefinidamente anta la insuficiencia del sistema instalado para la evacuación de los excesos hídricos hacia el Bajo Giuliani”.
La necesidad de encontrar una urgente solución a la situación de emergencia por la inundación, determinó que se decidiera alquilar una bomba de alta presión de las que se utilizan en el yacimiento petrolero de Vaca Muerta.
La bomba Godwin Dri-Prime HL250M de 6 toneladas, con capacidad de extracción del 1,1 millón de litros hora, fue instalada en la Laguna Don Tomás y comenzó a funcionar en la madrugada del jueves 20 de abril del corriente año.
No se habló del costo del alquiler pero sí del consumo de combustible – 90 litros/hora de gasoil Premium con un costo estimado en el millón de pesos por mes- y la prolongación de las tareas de bombeo por un lapso no inferior a seis meses-
Además, esta indispensable puesta en marcha de un sistema de bombeo adicional de emergencia para deprimir el espejo principal de la Laguna Don Tomas -e indirectamente los demás cuencos aliviadores- obligó al tendido de una manguera de alta presión, entubada sobre superficie, a lo largo de la avenida de Circunvalación Santiago Marzo y hasta la calle Emilio Zola. Esta instalación determinó la interrupción de la circulación en algunos tramos de la avenida y el impedimento del cruce vehicular transversal a la misma, a excepción de sus intersecciones con Avda. Perón, calle Autonomista-Trenel, Ameghino-Telén y México, lugares en los que se instalaron puentes y terraplenes para permitir el paso elevado de vehículos y peatones por encima de la manguera.
Este tendido superficial y provisorio de la manguera de alta presión entubada significó, en la práctica, un serio aislamiento de las barriadas al sur-oeste de la ciudad y grandes dificultades de circulación y traslado, incluso desde y hacia la vecina localidad de Toay y toda la zona residencial adyacente a la Avda. Perón, especialmente en horarios pico.
Hoy, transcurridos casi nueve meses desde aquellas lluvias extraordinarias y ocho de la instalación de la bomba de emergencia, la Laguna Don Tomás y su aliviador cuenco norte han alcanzado niveles mínimos que permiten presuponer que el sistema de emergencia está fuera de uso y que ya no es necesario su uso, dado que los niveles de ambos espejos de agua parecen adecuados para el normal funcionamiento del viejo sistema instalado, que debería ser suficiente para regular la recepción, almacenamiento y derivación de las aguas pluviales y excedente hídricos en situaciones climáticas normales.
De ser esto así –y las fotografías permiten una fácil y veraz comprobación de tal afirmación-¿cuál la razón de mantener el tendido superficial de la manguera entubada, de los cortes de circulación, de los cruces clausurados y de los puentes y terraplenes por donde se permite el traspaso? Es de suponer que no hay un costo pecuniario por el alquiler y funcionamiento de una bomba de alta presión que no se usa, pero no puede dejar de considerarse el costo a cargo de los vecinos de la ciudad por las restricciones y molestias que sufren a diario.
¿Cuál es el sentido de dar permanencia a lo provisorio? Si hay una razón –y posiblemente la haya- no la conocemos; no ha sido explicada. Aún al menos”.