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Entretelones del acuerdo para la obra del Butaló

La firma del Convenio por el cual el estado provincial financiará la obra cuyo punto más sobresaliente es recambio de cañerías del Barrio Butaló tuvo ribetes dignos de las curiosas formas de relacionarse que tiene el intendente Leandro Altolaguirre.

El convenio no fue firmado en un mismo lugar y al mismo tiempo por el gobernador Carlos Verna y Altolaguirre. Primero lo hizo el mandatario provincial, en el Centro Cívico. Luego mandó el papel al municipio, para que el intendente hiciera lo propio, pero ante el desplante que sufriera el funcionario provincial que llevó el documento, se decidió que ingresara por Mesa de Entradas de la comuna. Recién varias horas después el acuerdo tuvo la firma del lord mayor estampada.

La firma

“Previo a la elaboración del Convenio Marco, se reunieron días atrás representantes del Gobierno de La Pampa y de la Municipalidad de Santa Rosa para determinar acciones conjuntas”, se informó oficialmente. De ese encuentro, realizado el 16 de noviembre,  participaron funcionarios de ambas gestiones: el secretario de Hacienda y Producción, Luis Evangelista, el director de Obras Públicas, Claudio García, el director de Asuntos Jurídicos, Claudio Pérez Laprida, los asesores Delegados APA, Mirna Soto y Juan Manuel Ruiz Palma, el gerente Contable de APA, Marcos Dosio, y el administrador de APA, Julio Rojo.

Luego de la reunión, desde el Municipio se inició un intento de operación de prensa, en el que difundieron que la obra se haría por contratación directa, dada la preocupación que tenía el intendente, pero sin dar a conocer del encuentro de los funcionarios.

Pasada la primera semana, y ante la falta de noticias desde el municipio, el gobernador Carlos Verna decidió estampar su firma en el acuerdo y enviarlo hacia el edificio de Av. San Martín 50, para que Altolaguirre hiciera lo propio. El “embajador” encargado de llevar la documentación fue el administrador de APA, Julio Rojo. El amable funcionario provincial no fue recibido por Altolaguirre ni por sus colaboradores, razón por la cual se resolvió ingresar los papeles por Mesa de Entrada.

Finalmente, enterado por los medios y por sus administrativos, Altolaguirre pidió que le llevaran el documento a su casa, trámite que cumplió Luis Evangelista, el secretario de Hacienda. Cerca del mediodía estampó su firma en el acuerdo, y todo parece encaminarse a un final feliz para los vecinos, atribulados por la inercia municipal.