Diario la Campana

Diario online

Maquieyra y aclaraciones que oscurecen

El diputado nacional, candidato a su reelección, Martín Maquieyra dio ayer otro paso en falso. La denuncia por el dinero que sustrajeron de su automóvil, durante un timbreo en el barrio Matadero –no “Mataderos”, como dijo en un comunicado de prensa- trae a la memoria un deja vu de cuando le sustrajeran dinero a la vicepresidenta Gabriela Michetti. En ambas oportunidades las explicaciones de la presencia del dinero en efectivo en el lugar que estaba fueron difíciles de creer.

El bisoño legislador nacional estaba en un barrio santarroseño, haciendo actividad proselitista domiciliaria, en un día feriado, con una suma de dinero en efectivo oscila entre  los 25 mil y los 200 mil pesos. Según los primeros datos, eran 25 mil, pero hay quiénes juran que el presunto autor, en sus primeras palabras, habría hablado de 200 mil.

La justificación de la presencia de tanto dinero en el automóvil no resultó creíble y hasta sonó pueril. Maquieyra dijo que esa plata le pertenecía a su secretaria. También que parte del botín era “para pagar la Facultad”, lo cual permite inferir que la dama concurriría a una universidad privada (por suerte no “cayó” en la pública, diría el presidente Mauricio Macri). La otra parte, 9 mil pesos, los habría tenido la secretaria “para un regalo del Día de la Madre”. Más tarde salió la propia secretaria del legislador a dar su versión, pero con 4 mil pesos menos.

Para muchos resultó sorprendente que alguien transite con efectivo para pagar una universidad privada, cuando la mayoría de ellas perciben sus cuotas a través de transferencias electrónicas o cheques.

Más sospechoso resultó que la misma persona ande con 9.000 pesos para regalos del día de la madre, un día después de la fecha.

Sin duda que a los vecinos del Matadero, como de cualquier barrio santarroseño, les puede resultar hasta ofensivo que alguien se floree por su calles con plata para regalos familiares por montos que exceden lo que probablemente ingresan en esos hogares luego de un mes de trabajo duro.

A muchos se les pasó que el mismo Maquieyra reconoció, en las primeras declaraciones periodísticas que realizó,  que habría tenido más valores en ese momento al admitir que “lo mío no lo agarraron”.

El diputado y sus asesores montaron el cólera contra los medios que dieron a conocer las suspicacias generadas en torno a tan llamativo hecho, y a las aún más extrañas justificaciones, emitiendo un comunicado que lejos de aclarar, oscureció aún más el hecho, atacando al mensajero, en vez de asumir lo raro de la situación.

Por más que Martín Maquieyra niegue que intenta convencer votantes entregándoles bienes, y vaya a saber qué otras cosas, las imágenes dicen lo contrario. Hace apenas tres meses fue retratado mientras entregaba aberturas y camas en barrios humildes de General Pico. Lo peor es que en plena campaña repartía esos bienes que llegan como ayuda social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, según admitió el propio edil Jorge Audisio en su cuenta de Facebook.

Volviendo al tema del dinero, llegó incluso a deslizar que el hurto podría ser fruto de un intento de amedrentamiento del oficialismo provincial-

Lo cierto es que sean 25.000 o 200.000 son cifras que difícilmente convenzan a la sociedad de que estaban en ese automóvil para lo que dijeron. Todo el entorno y las características del caso generaron suspicacias que exceden ampliamente a los ámbitos comunicacionales o partidarios.

Incluso, si fueran 200 mil, se supone que la Justicia debería intervenir rápidamente, con la misma celeridad que se empleó para Aníbal Prina.

Esta mañana eran varias las voces que pedían una explicación razonable.