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Santa Rosa 2050: Humo Sobre el Agua (de la Laguna Don Tomás)

En las últimas semanas comenzaron a reunirse quiénes diagnosticarán y diseñarán el Plan Estratégico Participativo Para el Desarrollo de Santa Rosa. A los efectos del diseño del Plan se nombraron a una serie de “expertos”, coordinados por Santiago Ferro Moreno, cuyo antecedente más conocido para encarar semejante desafío (diseñar la ciudad a 30 o 40 años vista) es ser docente universitario y gerente de CECLA, Cámara de Expendedores de Combustibles, Lubricantes y Afines. Él mismo aseguró conocer de las necesidades de los vecinos, puesto que  “soy vecino, yo también tengo problemas urgentes, vivo en calle de tierra y cuando llueve es intransitable”. A la vista salta que con semejantes antecedentes es el indicado para hacer de gurú de la capital pampeana del futuro.

Hasta el momento no se conocen los lineamientos del Plan para cuyo diseño y planificación el Municipio se endeudaría, probablemente a través de un crédito del BID.

Lo poco que se sabe es que ninguno de los expertos fue visto en barrio alguno, dialogando e interiorizándose in situ de los problemas reales de los vecinos.

La semana pasada se sumó un ingrediente que debiera llamar la atención de quiénes deberían controlar que el desarrollo de ese Plan se haga dentro de los carriles de la realidad. En medio de la polémica por los residuos patológicos, un funcionario del Ministerio de Salud aseguró que hasta la fecha ninguno de los “expertos” coordinados por Ferro Moreno hizo consulta alguna sobre destino, ubicación y tratamiento de tan sensible y peligrosos desechos. Más raro aún es que el intendente, y cabeza de la Comisión que debiera hacer el seguimiento, se autodenomina “ambientalista”.

Según quién lo cite, se atribuye a  Aristóteles, Maquiavelo, Bismarck o Churchill haber dicho aquello de que la política es el arte de lo posible. Seguramente ninguno de ellos se imaginó a Santa Rosa, La Pampa, y los tiempos que les tocan vivir a sus habitantes.

Ni los filósofos, ni los políticos citados han imaginado un gobierno municipal que promueva la redacción de un Plan Estratégico, pensado a 30 años vista y no pueda solucionar los problemas actuales de los santarroseños.

Seguramente inspirados en la épica bíblica de Moisés (sí, el mismo de la novela brasilera) se quiere engañar a los santarroseños, vendiéndoles que deben transitar un desierto, mientras dentro de 30 o 40 años se llegará a la Tierra Prometida, en este caso a la ciudad soñada.

El propio Altolaguirre , cuando lo presentó, aseguró que “el Plan no es del Municipio, más allá de que seamos quienes lo hemos impulsado en esta oportunidad. El Plan es de la Ciudad, de las instituciones, de los vecinos”. Extraña interpretación termina dando el propio intendente a sus palabras, puesto que de la conformación de la Comisión Promotora, que tiene por responsabilidad el impulso y seguimiento del desarrollo del Plan,  no participan ni el Consejo Consultivo de Comisiones Vecinales, ni ninguna de  estos espacios genuinamente barriales. Es más, el Consejo Consultivo de CV no fue convocado nunca en lo que va del mandato de Altolaguirre y la mayoría de las Comisiones Vecinales están a la espera de que el Municipio llame a asambleas para elegir sus nuevas autoridades.

Pero no solamente las CV quedaron al margen de la convocatoria. Tampoco fueron llamados los merenderos y comedores, la mayoría de los cuales proliferaron como consecuencia de los sucesivos ajustes, despidos y tarifazos de la gestión Cambiemos, y que también representan termómetros que perciben directamente lo que sucede fuera del radio céntrico santarroseño.

Otros sectores que no fue convocado para integrar la Comisión de Seguimiento es el de las iglesias, de distintos credos, que al igual que la CV, los comedores y merenderos comunitarios, y las bibliotecas barriales, cumplen un rol fundamental de acompañamiento a las problemáticas de los sectores más castigados de la ciudad, supliendo en más de una oportunidad el rol del estado ausente.

Sí fueron llamados a participar la Universidad Nacional de La Pampa, la Cámara de Comercio, Industria y Producción de La Pampa, la Confederación General del Trabajo Regional Centro Sur La Pampa, la Cooperativa Popular de Electricidad, el Gobierno Provincial, el Presidente del Concejo Deliberante Local y cada uno de los bloques partidarios del Concejo, presididos por el intendente municipal.

Los talleres de los que participan algunos voluntariosos, dónde se diagnosticarán las problemáticas capitalinas y por cuyos resultados cobrarán los “expertos”, se llevan a cabo en la sede de la UNLPam, frente a la Plaza San Martín y a varias cuadras de donde están los problemas reales.

Finalmente, la única certeza aparente en todo este tema es que el mentado Plan Estratégico está demostrando tener paralelismo demasiado cercanos a la realidad de la propia ciudad de la gestión Cambiemos de Altolaguirre: con un suelo gelatinoso, haciendo aguas por varios sectores y sin poder tapar los baches que aparecen a cada rato.