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El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj,  decidió desconocer uno de los puntos de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner sobre el que ni sus más duros antagonistas habían criticado: la política de Derechos Humanos que se llevó adelante entre 2003 y 2015. “El kirchnerismo no fue dueño de los derechos humanos. El kirchnerismo no fue dueño de los juicios de lesa humanidad. Los juicios de lesa humanidad comienzan con el gobierno de Raúl Alfonsín”, interpretó.

Consultado sobre “la herencia recibida” en su área, arremetió asegurando que se había encontrado con  “27.500 expedientes que quedaron sin tramitar”.

Recordó que Mauricio Macri en Naciones Unidas habló de sentirse orgulloso de vivir en un país con derechos humanos, pero que el tema “no es propiedad del gobierno anterior, no es exclusividad del gobierno anterior el tema de los derechos humanos”.

“El kirchnerismo no fue dueño de los derechos humanos. El kirchnerismo no fue dueño de los juicios de lesa humanidad. Los juicios de lesa humanidad comienzan con el gobierno de Raúl Alfonsín”, agregó luego.

Minimizó la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y los indultos, que hasta ese momento garantizaban la impunidad de los represores de la última dictadura, diciendo que el Juicio a las Juntas, iniciado en el gobierno de Raúl Alfonsín, “fue lo que posibilitó que el presidente Kirchner (Néstor) los pusiera nuevamente a disposición (a los juicios a represores) y que se estén ejecutando”.

Estimó que “no se debe tratar como una cuestión ideológica el tema de los desaparecidos”. “El número siempre es importante. Hay que sacarlo de la discusión ideológica y política. El número de 30 mil es obviamente simbólico y emblemático, que la sociedad abrazó y hay que respetarlo como tal”, agregó al respecto.

Consideró como “una barbaridad” las críticas de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.