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La culpa es del vecino

La gestión de Leandro Altolaguirre, intendente de Cambiemos, no cambia.

Cuando ya pasaron dos años de que asumiera en el principal sillón del edificio de San Martín 50, entre las muchas problemáticas a la que no le pudo encontrar solución está el tema del agua potable.

A pocos días de comenzar el verano, ya se produjo la primera  crisis, que trajo aparejada que varios barrios se quedaran prácticamente sin agua, apenas comenzadas las jornadas de calor.

Para variar, los funcionarios municipales decidieron echarle la culpa de la falta de presión a los vecinos. Para ello emitieron un comunicado de prensa aclarando que “debido al gran consumo de agua en el día de ayer y en horas de la noche, La Municipalidad de Santa Rosa informa que las cisternas no han podido recuperarse y estamos en niveles muy bajos para iniciar el día, por lo tanto se va a proceder a reducir la salida, en consecuencia existirá falta de presión en algunos sectores de la ciudad.

Solicitamos a la población que por favor no  utilice agua para, llenado de piletas, lavado de veredas y riego, evitemos todo consumo que no sea indispensable, hasta tanto se recuperen los niveles de reserva normal”.

Obviamente que la gestión municipal no se refiere en ningún momento a que de los aproximadamente 50 millones de litros de agua que consume la ciudad por día, el 35% por ciento se va por los desagües pluviales, por las innumerables pérdidas del valioso líquido,  gracias a las roturas de la red que nunca terminan de arreglarse.

Por si no quedó claro, casi 18 millones de litros de agua por día se desperdician en Santa Rosa.

No es errado concluir que si las decenas de funcionarios de las áreas dependientes de Obras Públicas dieran con alguna solución, los santarroseños no se quedarían sin agua cada vez que el  termómetro marca altas temperaturas.

Los habitantes de la capital pampeana son tranquilos. Pero como toda persona tranquila, cuando se harta toma cartas en el asunto.

“Estoy cansando de reclamar y que la municipalidad se ría en la cara”, dijo a Diario Textual el vecino que decidió cortar ayer la Avenida de Circunvalación, debido a que ya habían sumado 20 los días que estaba sin agua, junto a su familia.  “Hoy fuimos nuevamente a Dagsa y no querían venir. Nos cansamos…”, se justificó, luego de interrumpir el tránsito por cuatro horas, el tiempo que tardaron en solucionarle el problema.

Para aumentar la temperatura, aunque esta vez la de los caldeados ánimos, Altolaguirre decidió tomarse una pequeña licencia en su cargo de intendente, para ir a Mendoza, a la Convención Nacional de la UCR, y lograr una representación menor en el listado de autoridades del partido que en la actualidad se ha transformado en el socio menor de la alianza Cambiemos.

Para participar del encuentro partidario, y lucir su remera de la Hormiga Atómica, también dejó de lado la reunión que tuvieron sus colegas intendentes con las autoridades provinciales, encabezadas por Carlos Verna, donde se abordaron cuestiones de fundamental importancia para las arcas municipales, como la Ley de Coparticipación Provincial. Cuestión de prioridades.

Al igual que lo sucedido con otras figuras de la política local, cuando intentan exagerar sus intervenciones en Facebook, el jefe comunal ya empezó a cosechar comentarios negativos en su cuenta, donde subió fotos de la Convención, consideranque que “hay equipo”.

Fallido, o no, la publicación del intendente deja en claro una verdad a medias. El sí quedó como secretario, pero lo hizo al igual que casi una treintena de participantes del cónclave. El verdadero secretario del órgano es el tucumano José Cano.

Lo curioso es que  el comunicado de prensa municipal, echándole la culpa a los vecinos de la inacción municipal,  probablemente no esté faltando a la verdad.