Tensión por la deuda bonaerense: Kicillof acusa asfixia política y desmiente a Caputo
El cruce entre la provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional escaló luego de que el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, desmintiera las declaraciones de Luis Caputo sobre un supuesto déficit que impediría autorizar nuevo endeudamiento. “Lo que dice el ministro Caputo es falso”, aseguró, mientras el ministro de Economía provincial, Pablo López, defendió que Buenos Aires es “la provincia más austera del país”.
La desconfianza en La Plata creció tras el aval que Nación otorgó a otras jurisdicciones para salir a los mercados, como Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, mientras mantenía en suspenso el permiso para Buenos Aires. Kicillof había reclamado que se destrabe el trámite “rapidito”, aunque en su entorno admitían que, debido a la imprevisibilidad de la Casa Rosada, ya no daban nada por seguro.
La Legislatura bonaerense aprobó en la madrugada del jueves un endeudamiento superior a los 3.000 millones de dólares. Cerca de dos tercios corresponden a “rollover” de vencimientos —incluidos aquellos que la Provincia cubrió con recursos propios por falta de autorización en 2023— y el resto se destinará a obras energéticas y viales consideradas indispensables. Según López, el monto autorizado equivale a apenas un tercio de lo que Nación adeuda a Buenos Aires por transferencias interrumpidas y obras paralizadas.
Caputo sostuvo que la ley de responsabilidad fiscal impide autorizar deuda nueva si los gastos corrientes crecen por encima de la inflación. “Es mentira, la Provincia tiene superávit primario”, replicó Bianco, quien denunció una “política explícita de asfixia” por parte del Gobierno nacional. La administración bonaerense también destacó que redujo su ratio de deuda del 9 al 6% del producto en la gestión de Axel Kicillof.
Aunque en La Plata consideran probable que el Gobierno termine otorgando el aval, advierten que cualquier maniobra dilatoria o intento de bloqueo será judicializado. “Buenos Aires representa un tercio del PBI. Si cayera en default, sería un problema grave para el país. Con Milei todo es posible, pero no creo que llegue a ese extremo”, evaluaban en el entorno del gobernador.
