Industria fueguina en alerta: crece el desempleo y la apertura importadora golpea a las fábricas
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), Elio Del Re, encendió una fuerte alarma sobre el presente económico de Tierra del Fuego. Según advirtió, la provincia atraviesa un escenario “más grave que el promedio nacional”, sostenido por un aumento del desempleo, una caída sostenida de la producción y un ingreso creciente de productos importados que compiten directamente con los fabricados en la isla.
Los datos acompañan la preocupación. El último informe del Departamento de Estudios Económicos de ADIMRA registró en octubre una baja interanual del 4,6% en la actividad del sector metalúrgico y apenas un repunte mensual del 0,3%, insuficiente para revertir los retrocesos previos. El crecimiento acumulado del año es apenas del 0,1%, lo que implica que se perdió todo lo recuperado desde mediados de 2024.
El impacto laboral también es contundente: desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, se habrían perdido alrededor de 10.000 puestos de trabajo industriales en la provincia, cerca del 10% de su fuerza laboral.
Mientras crece la preocupación en el sector, el senador electo de La Libertad Avanza, Agustín Monteverde, defendió la apertura de las importaciones. Calificó como “disparatadas” las críticas de los industriales y responsabilizó a las empresas por su “ineficacia productiva”. Sin embargo, Del Re subrayó que el ingreso de productos asiáticos a precios muy inferiores constituye una competencia desleal para la producción local, más aún cuando muchos países exportadores subsidian fuertemente a sus industrias.
A este escenario se suma el ingreso de mercadería por otras fronteras del país que replica la producción fueguina. “No hablo de contrabando en Tierra del Fuego, pero sí del ingreso por el norte de productos que se fabrican en la isla. Eso termina de perjudicar a las industrias”, señaló el titular de ADIMRA.
Del Re advirtió que una reducción de aranceles o modificaciones al régimen productivo fueguino podría agravar aún más la situación. “Queremos competir, pero en igualdad de condiciones. Así es imposible”, sostuvo. Para el sector, la caída industrial tiene efectos directos sobre toda la economía provincial: empleo, comercio y servicios.
Crisis textil y despidos
A la delicada situación se sumó un nuevo golpe: la textil Sueño Fueguino, una de las firmas históricas de Río Grande, confirmó el despido de 35 trabajadores —30 temporarios y 5 efectivos— y advirtió que otros 130 empleos podrían correr la misma suerte. La empresa, que produce marcas como Danubio, Cannon, Fiesta y Suplesa, tiene su actividad prácticamente paralizada por trabas administrativas y aduaneras que impiden distribuir o exportar sus productos.
Según la compañía, en los depósitos se acumulan 25 camiones con 700 toneladas de mercadería terminada que no puede salir de la isla. Los trabajadores denunciaron la falta de diálogo y la ausencia de medidas preventivas, y remarcaron que muchos de los despedidos tenían más de dos décadas de antigüedad.
Los gremios exigieron una mesa urgente de negociación con la empresa, el Gobierno y los sindicatos para reactivar la producción y proteger los empleos. “La industria textil fueguina fue motor de desarrollo durante décadas; hoy necesita respuestas del Estado antes de que la crisis se vuelva irreversible”, señalaron dirigentes locales citados por el medio Mundo Gremial.
