Escándalo en el Senado: forcejeos y denuncias cruzadas entre Cristina López y Victoria Villarruel
El regreso de la senadora fueguina Cristina López al Palacio Legislativo terminó en un incidente que provocó revuelo político, forcejeos con personal de seguridad e incluso una denuncia penal por agresiones físicas y sexuales. Todo ocurrió cuando López intentó ingresar al despacho que asegura que le corresponde y cuya cerradura —según denunció— había sido cambiada por orden de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El intento de ingresar por la fuerza
El conflicto estalló cuando la senadora, electa nuevamente este año, se presentó en el Senado con un cerrajero para abrir el despacho que hasta diciembre ocupaba el salteño Sergio Leavy. López afirma que, por tradición, esa oficina pertenece a los representantes de Tierra del Fuego y que ya había acordado la transición con el senador saliente, además de haber informado del cambio al bloque Unión por la Patria.
Sin embargo, personal de seguridad le impidió el ingreso. En los videos que circularon se la escucha gritando “¡Llamala a Juliana!”, en referencia a Juliana Di Tullio, mientras intenta avanzar hacia la puerta. Los agentes habían colocado frente a la entrada una barricada improvisada y buscaban sacar del lugar al cerrajero. Allí se produjo el forcejeo que derivó en la posterior denuncia.
La acusación de López: golpes, manoseos y una denuncia penal
Tras el episodio, el equipo de comunicación de la senadora informó que se radicó una denuncia penal por lesiones, amenazas y agresiones sexuales contra el personal de seguridad. En el escrito se detallan empujones, golpes y tocamientos en la zona pélvica, glúteos e ingles, además de la presunta intromisión de la pierna de un agente entre las suyas.
El médico del Senado constató un hematoma de 5 x 3 cm en su pierna derecha y dolores en el brazo. López vinculó directamente el accionar del personal de seguridad con órdenes de Villarruel, y sugirió que la represalia podría estar relacionada con su juramento del viernes, cuando expresó “por los 30.000 desaparecidos”.
La resolución de Villarruel y la disputa por los despachos
Desde septiembre, una resolución firmada por Villarruel ordena que los senadores con mandato cumplido devuelvan sus despachos para permitir su reasignación. Voceros cercanos a la vicepresidenta evitaron responder si López violó esa norma al intentar ingresar por la fuerza a la oficina.
La versión de la senadora, en cambio, sostiene que Villarruel habría mandado a cambiar la cerradura durante el fin de semana, colocando una faja en la puerta y retirando la placa con su nombre, pese a saber que allí habían quedado pertenencias personales, incluida su computadora.
“Villarruel no respondió ningún mensaje ni llamado. Solo quería recuperar mis objetos”, explicaron desde el entorno de López.
Repercusiones políticas y clima de tensión
El episodio desató un clima de fuerte tensión entre sectores del kirchnerismo y la Presidencia del Senado. Di Tullio respaldó a López y exigió explicaciones sobre el operativo de seguridad.
López, por su parte, advirtió: “Si se permite que una autoridad del Senado castigue a un senador por su postura, mañana puede hacerse lo mismo con cualquier representante. Es un mensaje muy peligroso para la democracia”.
Desde el entorno de Villarruel, en cambio, se limitaron a remarcar que existía una resolución vigente que impedía la autoasignación de oficinas, aunque no aclararon si se evaluará una sanción contra la fueguina.
El conflicto sigue abierto y promete escalar en los próximos días en un Senado atravesado por disputas internas y desconfianzas crecientes.
