Robo millonario en el Louvre: las joyas sustraídas están valuadas en 88 millones de euros
La fiscal de París confirmó que el valor total de las piezas robadas asciende a más de 100 millones de dólares. Investigan si hubo complicidad interna y analizan las huellas halladas en la escena.
Las joyas robadas el domingo pasado del Museo del Louvre, en París, tienen un valor estimado de 88 millones de euros, equivalentes a más de 102 millones de dólares, según confirmó la fiscal de la capital francesa, Laure Beccuau.
“El conservador del Louvre estimó los daños en 88 millones de euros, una cifra extremadamente espectacular, pero que no se compara con el daño histórico ocasionado”, explicó la magistrada. También advirtió que los ladrones “no ganarán esa suma si tienen la pésima idea de fundir las joyas”, al tiempo que pidió que “reflexionen y no las destruyan sin motivo”.
Beccuau detalló que cuatro personas fueron identificadas como presentes en el lugar durante el asalto y que se encuentran bajo investigación. Además, confirmó que se están analizando huellas halladas en la escena del robo y que hay un centenar de agentes trabajando en el caso.
El golpe se concretó alrededor de las 9:30 de la mañana, poco después de la apertura del museo. Cuatro integrantes de la banda arribaron en un camión con elevador mecánico para acceder a la Galerie d’Apollon, a través de un balcón con vista al río Sena. Según las imágenes registradas, dos de los ladrones cortaron una ventana con herramientas eléctricas, redujeron a los guardias y rompieron los cristales de dos vitrinas para sustraer las joyas.
En menos de cuatro minutos, escaparon en dos scooters que los esperaban fuera del recinto.
Un informe preliminar reveló que una de cada tres salas del área allanada no contaba con cámaras de seguridad, lo que facilitó el accionar del grupo.
La fiscalía investiga además si existió algún tipo de colaboración interna dentro del museo más visitado del mundo. En tanto, la dirección del Louvre defendió la resistencia de las vitrinas, tras versiones que señalaban que eran “más frágiles que las antiguas”.
El vehículo montacargas utilizado habría sido alquilado mediante un falso contrato de mudanza. Uno de los empleados de la empresa de alquiler declaró que, al presentarse en el supuesto lugar del trasteo, fue recibido por dos hombres amenazantes, aunque no sufrió agresiones físicas.
El robo, que ya es considerado uno de los más audaces en la historia reciente del arte europeo, mantiene en vilo a las autoridades francesas y al mundo cultural.
