
El modelo de Milei golpea a la industria bonaerense: cierres, despidos y crisis en pymes
La política económica del gobierno de Javier Milei provocó una fuerte recesión en la provincia de Buenos Aires, con desplome de la actividad industrial, caída del consumo y pérdida masiva de empleos. El recorte de transferencias federales, la competencia de importaciones y la falta de crédito dejaron a miles de trabajadores en la calle, con las pymes como principales víctimas: la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas estima 250.000 despidos en 18 meses.
El derrumbe se refleja en casos concretos: la fábrica de porcelanatos ILVA (familia Zanón) despidió a 300 empleados en Pilar; la láctea La Suipachense enfrenta un posible cierre que amenaza 150 puestos; Ternium-Siderar echó a 250 contratistas y frenó un alto horno en San Nicolás; la acería Acindar paralizó por tercera vez su planta en Villa Constitución; y la textil Textilana redujo drásticamente su plantilla en Mar del Plata. También hubo despidos en Maderera Iberia, Cerámica Cortines y la histórica Eskabe.
Sectores como la construcción, el automotor, el acero, el lácteo y hasta las panaderías (con 1.700 cierres, 630 en Buenos Aires) muestran un derrumbe generalizado. La crisis industrial bonaerense, junto con la de Ushuaia, concentra el mayor impacto del ajuste libertario, dejando en evidencia los costos sociales de la recesión.