
Violencia en Avellaneda: Independiente jugará sin público y enfrenta posibles sanciones de Conmebol
El estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini quedó clausurado tras los graves incidentes del miércoles en el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, que terminó con más de 100 detenidos y una docena de heridos. Como consecuencia, el Rojo no podrá recibir con público a Platense este domingo por la Liga Profesional.
La medida fue confirmada por Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, quien explicó que la clausura preventiva responde a un pedido de la fiscalía, que investiga responsabilidades por los enfrentamientos. “Hay gente que tiene que rendir cuentas: la empresa de seguridad no estuvo y la Conmebol desoyó tres veces los pedidos de suspensión”, apuntó el funcionario.
Los disturbios incluyeron ataques de la barra de Independiente a los hinchas chilenos, que ya habían protagonizado agresiones con proyectiles y bombas de estruendo. Uno de los episodios más graves fue la caída de un simpatizante desde la tribuna Pavoni alta. Cuatro heridos continúan hospitalizados, dos en estado delicado.
Riesgo de sanción internacional
En paralelo, la Conmebol analiza sanciones severas: no se descarta la descalificación de Independiente y Universidad de Chile de la Copa Sudamericana, lo que daría el pase directo a Alianza Lima a semifinales. El expediente disciplinario aún debe abrirse, y las decisiones podrían demorar hasta 15 días.
La dirigencia del Rojo, encabezada por Néstor Grindetti, viajó a Paraguay para presentar su descargo. El reglamento de Conmebol responsabiliza al club local y a los organismos de seguridad por garantizar el orden en el estadio, aunque también se evalúan castigos para la U de Chile por el rol de su hinchada en los disturbios.
Reacciones políticas e internacionales
El presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó los hechos y pidió garantías para los hinchas heridos y detenidos. En Argentina, Patricia Bullrich responsabilizó al gobernador Axel Kicillof y a la AFA por la “falta de planificación” en el regreso del público visitante, y reclamó sanciones ejemplares.
Desde la FIFA, Gianni Infantino también solicitó castigos severos contra los responsables. El escenario de una doble descalificación sería inédito, aunque no imposible: antecedentes como el “gas pimienta” en la Bombonera (2015) o la tragedia en Colo-Colo–Fortaleza (2025) marcaron fallos disciplinarios de peso en el fútbol sudamericano.
Por ahora, Independiente se enfrenta no solo al desafío deportivo de seguir en la competencia, sino a una crisis institucional y de seguridad que puede tener consecuencias históricas.