
La Iglesia argentina cuestionó al Gobierno por la situación de los médicos del Garrahan: “Nos hemos vuelto insensibles al dolor de los más vulnerables”
En una carta dirigida a los trabajadores del Hospital Garrahan, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su preocupación por la crisis sanitaria y respaldó el reclamo por mejoras salariales en el hospital pediátrico más emblemático del país. A solo un día del encuentro entre el presidente Javier Milei y el papa León XIV en el Vaticano, el pronunciamiento de la cúpula de la Iglesia católica argentina resonó con fuerza.
“¿Qué nos ha pasado como sociedad que nos hemos vuelto insensibles al dolor de los más vulnerables?”, se preguntaron los obispos en la carta, firmada por el presidente de la CEA, Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza, y el secretario general, Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro. Ambos señalaron que la situación del Garrahan es “dramática” y lamentaron que el Gobierno “no valore adecuadamente la misión de los médicos”.
Una crítica con eco en Roma
El mensaje fue enviado el 5 de junio, pero se difundió este viernes, coincidiendo con la llegada de Milei a Roma para su primera reunión con León XIV, sucesor de Francisco, fallecido hace poco más de un mes. El presidente argentino había descalificado públicamente al pontífice anterior, a quien tildó de “representante del maligno en la Tierra”.
En ese contexto, el pronunciamiento de la Iglesia argentina suma tensión al clima previo al encuentro en el Vaticano. También lo hace el reciente tedeum del 25 de mayo, donde el arzobispo porteño Jorge García Cuerva ofreció un duro diagnóstico sobre la crisis social, en presencia del propio Presidente.
“Un pedido justo e impostergable”
La carta de la CEA surge como respuesta a los mensajes enviados por médicos del Garrahan, que buscaron visibilizar el deterioro de sus condiciones laborales. “Queremos acercarles nuestra adhesión al pedido que hacen en relación con sus salarios y la situación de la pediatría en el país”, escribieron los obispos.
“El trabajo que ustedes realizan cada día con los niños internados es valioso y sagrado”, agregaron, y recordaron que para los cristianos “la prioridad de los niños y de quienes sufren junto a los pobres es un mandato sagrado”.
Una sociedad que no cuida a quienes cuidan
En un tono enfático, el documento se pregunta: “¿Cómo podemos decir que valoramos toda la vida cuando no priorizamos a quienes la cuidan en todas sus formas?” Y lanza una crítica directa: “¿Qué tipo de sociedad y de gobierno son capaces de no valorar adecuadamente la misión de los médicos?”
Finalmente, los obispos ofrecieron su “cercanía fraterna” a los trabajadores del Garrahan y se comprometieron a ser canal del reclamo: “Nos ponemos a disposición para extender, a través de nuestra voz, un pedido tan justo como impostergable”.