
Un padre condenado por pegarle a su hijo porque no quiso ir al colegio
Un padre fue condenado a seis meses de prisión en suspenso por pegarle a su hijo de 14 años porque no quería ir a la escuela. La sentencia fue dictada por la jueza de control de General Acha, Laura Moscoso Mendieta, al homologar un acuerdo de juicio abreviado.
La investigación penal se inició a partir de la denuncia de una prima del adolescente, al enterarse por él que había sido agredido por su progenitor.
Con las pruebas reunidas por la fiscalía se constató que el imputado, “con motivo de que no quería ir a la escuela, agredió físicamente a su hijo de 14 años, pegándole en el estómago y en la cabeza y provocándole hematomas en la cabeza, las muñecas y las orejas y escoriaciones en la espalda”, según se detalló en el fallo. El hecho ocurrió en el domicilio que compartían, “en un contexto de maltrato porque episodios similares de violencia física ya habían ocurrido con anterioridad” y las heridas fueron constatadas por un médico.
La magistrada condenó al padre de 45 años, a pedido de las partes, a seis meses de prisión de ejecución condicional como autor del delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y le fijó el cumplimiento de las siguientes reglas de conducta durante dos años: fijar residencia y someterse al cuidado del Ente de Políticas Socializadoras, abstenerse de usar estupefacientes y abusar de bebidas alcohólicas y continuar con un tratamiento psicológico.
Además se le prohibió realizar actos de intimidación o perturbación hacía su hijo por ese mismo lapso de tiempo y se dispuso, una vez que la sentencia quede firme, comunicarla a la Unidad Regional de Protección Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y a la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
El juicio abreviado es una solución alternativa al juicio oral y exige como requisito indispensable que el acusado admita su culpabilidad. En esta causa el acuerdo fue firmado y presentado ante Moscoso Mendieta por el fiscal achense, Juan Bautista Méndez, el defensor oficial Marco Mezzasalma y el propio padre. En este procedimiento el juez o jueza no puede dictar una pena más grave que la requerida por el Ministerio Público Fiscal.
La madre del adolescente, al ser informada sobre su alcance, también brindó su consentimiento. En cambio, la asesora de Niñas, Niños y Adolescentes, María Agostina Pensa, se opuso al acuerdo y subsidiariamente pidió que se garantice la protección del adolescente.
Un informe incorporado a la sentencia remarca que el imputado reconoció que fue un error pegarle, y agregó que a veces se producen situaciones de tensión y peleas con sus hijos porque el mayor no quiere trabajar y no terminó el secundario y el de 14 años tiene muchas inasistencias a la escuela. Incluso el padre debió cumplir con una orden de exclusión del hogar y actualmente se está avanzado en un proceso de revinculación.
Información del Superior Tribunal de Justicia