La gente es mala, y comenta…
Echaron a Juan Carlos Tierno del gobierno Provincial, pero los controles de tránsito y nocturnidad continúan, como si nada hubiera pasado.
Cuentan que en la madrugada de este domingo, un joven político debió detener su camioneta en un control vehicular, en la zona del Casino y frente a un conocido local bailable, para cumplir con la formalidad de exhibir la documentación reglamentaria, trámite que habría superado airoso.
El problema vino cuando le hicieron soplar la pipeta del dispositivo que mide alcohol en sangre. Sabedor de lo que había ingerido antes de subir a su camioneta, el político tragó saliva y se sometió al control, casi sabiendo de antemano el resultado.
Para que el alcoholímetro marque con exactitud, la persona debe soplar un mínimo de 7 segundos la pipeta. El político se habría negado en más de una oportunidad a soplar por ese lapso. Ante la imposibilidad de cumplimentar el control, y de obviamente continuar, dicen que el delgado conductor optó por entregar las llaves y marcharse del lugar.
Tal vez el diputado sepa, y si no lo sabe ya le avisarán, que al negarse a ser controlado, las autoridades consideran como positivo el test.
Tal vez por la hora, quizá por no querer que el tema se difundiera, el diputado del centenario partido no llamó a nadie y dejó la camioneta en custodia de las autoridades del operativo. Llamó un remis y se volvió chiflando bajito a su domicilio.
Seguramente pensaba que motivos lo llevaron a repetir la acción que le atribuyen a un colega diputado provincial suyo, muy cercano en edad, pero de otro partido. El único detalle que este legislador, de apellido con historia dentro del partido que fundara Leandro N. Alem, no habría corrido y optó por pedir un auto de alquiler para volver al coqueto barrio en el que habita.
De ser cierto el rumor, esta vez el joven diputado santarroseño no habría podido hacer coincidir su accionar con las iniciales de un Muy Bien. Solo resta saber si su amigo y aliado, el intendente Leandro Altolaguirre, le aplicará la multa que corresponde o le devolverá la camioneta, como regalo de cumpleaños. Aunque como el diputado es autor de un proyecto de Ética Pública, se cae de maduro que le alcanzarán las leyes, como a cualquier ciudadano.