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Mac Allister y sus quince días para el olvido, que nadie olvidará

La última quincena de noviembre hizo temblar las piernas del secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, debido a un cúmulo de hechos que ocurrieron en esas dos semanas.

Si bien ya él a conocía la noticia desde algunos días antes, el 19 de noviembre pasado el periodista favorito del macrismo, Jorge Lanata, puso al aire un informe en el cual se señalaban una serie de irregularidades en el área del que es responsable.

Fue tal el golpe de esa denuncia, que casi no pudo disfrutar de lo “histórico”  que tres de sus hijos coincidieran jugando en la primera del fútbol argentino, vistiendo la casaca con los colores de Argentinos Juniors, club donde él supiera militar en su juventud. La mayoría de la prensa deportiva calificó de “histórico” y nadie de “raro” que casi el 28 por ciento de la formación  en un partido de un club de primera estuviera compuesta por los vástagos del principal funcionario del deporte nacional. Obvio que tampoco debiera ser extraño, ya que la AFA está presidida por el titular de un club que juega en la tercera división del fútbol argentino, y que además es yerno de un líder sindical que preside un histórico club del mismo deporte, al igual que algunos de sus cuñados. Por caso que entre 2000 y 2006 el hijo de Muamar Kadafi, en pleno apogeo del gobierno de su padre  fuera capitán de la selección de fútbol de su país también fue “histórico” para los libios.

Volviendo a la denuncia, que le costara la cabeza a su segundo en la Secretaría, Orlando Moccagatta, una investigación judicial -con allanamiento inclusive- y otra en la Oficina Anticorrupción, todavía es un misterio su origen.

Para algunos, el ex jugador de fútbol quedó enmarañado en una supuesta interna entre el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el jefe de gabinete, Marcos Peña. Quiénes abonan esta teoría también gustan de recordar que en el entorno cercano de Larreta se encuentra Juan Ignacio Maquieyra, hermano de Martín, y no tan cercanos últimamente a Mac Allister, sobre todo desde que –dicen- algunos le susurrarían al oído del joven diputado nacional que él también podría anotarse para intentar ser gobernador en 2019.

Para otros, la génesis del escándalo estaría en un sordo enfrentamiento entre el colorado representante de jugadores y el titular del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein.  Hay quiénes juran que Mac Allister divulgó detalles de la vida particular de Werthein, que obviamente no le habrían caído en gracia  y que el escándalo mediático tendría como autor al adinerado funcionario.

Cuestión de imagen

Hasta Jaime Durán Barba sabe que “una imagen vale más que mil palabras”, razón por la cual Mac Allister y sus colaboradores intentaron a toda costa mostrar al Colorado cerca del presidente Mauricio Macri. En la primera foto conseguida, el lunes pasado, se los vio a ambos junto a deportistas olímpicos. Se sabe que las fotos de Macri lejos están de ser casuales. Por ejemplo en esta se ve a Werthein cerca del presidente y a Mac Allister casi saliendo del cuadro.

La siguiente oportunidad era el jueves, en Chaco, y el pampeano pareció dispuesto a no dejar pasar la oportunidad. Si bien no figuraba en la comitiva que acompañaría a Macri en su visita a Chaco y Corrientes,  Mac Allister optó por la picardía y viajó un día antes, para recorrer los juegos deportivos que allí se realizaban y que visitaría el mandatario. Apenas llegado el presidente aprovechó y se hizo sacar una foto con el presidente, en una clásica postura de manual duranbarbiano, señalándole algo a Macri. Luego la envió a los medios pampeanos, con una gacetilla que intentaba convencer con esa foto del “fuerte respaldo” de Macri a Mac Allister. El detalle que nadie marcó es que la imagen es tan “espontánea”, que fue sacada con el celular de uno de sus adláteres y, a diferencia de la  que está también Werthein, no figura en la página oficial de Presidencia de la Nación. Es más, en la página oficial de la Casa Rosada, de la única actividad de Macri en Chaco que se informa es sobre su recorrida por una planta de tratamiento cloacal.

Más allá de la internas, de las fotos y de los comunicados de prensa, Carlos Mac Allister está siendo investigado por “el juez Ariel Lijo (el mismo que ordenó la detención del ex vicepresidente Amado Boudou), del juzgado Criminal y Correccional Número 4 de Capital Federal, actuó por una denuncia judicial que realizó el abogado José Magioncalda”, según informó el diario Olé.

“En atención a los hechos que son de público conocimiento, la Oficina Anticorrupción ha dispuesto iniciar una investigación a fin de analizar las presuntas irregularidades. En ese marco, requerirá toda la información a la Secretaría de Deporte, Educación Física y Recreación para profundizar el análisis”, dijo una fuente del organismo que condice Laura Alonso.

Como se ve, a pesar de los intentos por enfriar el escándalo, el incidente aún no llegó a su fin, por más que algunos operen para intentar demostrar lo contrario.

Además, difícilmente extraños y propios olviden el affaire de las piletas cuando Mac Allister intente lanzar su candidatura a gobernador de La Pampa.