Diario la Campana

Diario online

Bizantinas

La discusión mediática de los últimos días, entre el gremio UTELPA y la ministra de Educación provincial, María Cristina Garello, acerca de si hay, o no, hambre en las escuelas recuerdan a la que –dicen- tenían los bizantinos, en el siglo XV, cuando fueron cercados, y luego invadidos, por el imperio otomano.

Si se tiene en cuenta que en la mayoría de los establecimientos educativos santarroseños, piquenses, etc. la jornada educativa no excede las 4 horas, se puede inferir que durante la mayor parte del día se desconoce lo que sucede fuera de las paredes de las escuelas. Idéntico razonamiento se puede utilizar para el resto del grupo familiar, sobre todo para los que no asisten a la escuela.

El propio gobernador, Carlos Verna, reconoció que en los últimos meses aumentó la demanda de bolsas de alimentos provistas por el estado provincial.

Empecinarse en defender que los chicos en la escuela no pasan hambre es caer en un reduccionismo, cuando menos extraño para una ministra de un gabinete provincial.

En los dossier de prensa que recibe la funcionaria deberían agregarse los artículos, que abundaron en los últimos meses, dando cuenta de la proliferación de merenderos y comedores, en distintos barrios de las principales ciudades pampeanas.

Tal vez deba hacerse la salvedad en el análisis de la situación en las escuelas hogares y de jornada completa, donde siempre, durante distintas gestiones provinciales,  los chicos tuvieron a su alcance cantidad suficiente de alimentos, si bien puede cuestionarse si eran saludables o no.

Que se incrementó la cantidad de pampeanos que solicitan alimentos no es una novedad, fruto de las políticas económicas emanadas del gobierno nacional. Sin intentar una argumentación ideológica, los datos reales indican que se ha depreciado el valor del salario y aumentó la cantidad de desempleados.

utelpa

Garello y UTELPA deberían tomar nota de que, además del reclamo social por alimentos, el año pasado ya se registraba un alarmante incremento de sobrepeso y obesidad en los chicos –casi la mitad- que ingresan al nivel secundario pampeano. Esta es la antesala para adultos con problemáticas tales como diabetes, enfermedades cardiovasculares, tumores, etc..

Es de esperar que a gente con tanta formación intelectual no le ocurra lo que a los antiguos bizantinos, que por discutir sobre el sexo de los ángeles, fueron cercados e invadidos por los otomanos, cuando cayó Constantinopla.