Quiebra de ARSA: 400 despidos y el final de los postres SanCor
La Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la empresa que elaboraba los yogures, flanes y postres de SanCor, dejando a unos 400 trabajadores sin empleo entre sus plantas de Buenos Aires y Córdoba.
El juez Federico Güerri, del Juzgado Comercial N°29, ordenó la liquidación definitiva de la firma tras el fracaso del concurso preventivo iniciado en abril de 2024. Ningún grupo empresario se presentó para adquirir las plantas ni sostener la producción, lo que precipitó el cierre.
ARSA, perteneciente originalmente al grupo Vicentin, había comprado en 2017 a SanCor la línea de productos frescos y sus plantas industriales. Tras la crisis de Vicentin, pasó a manos del grupo venezolano Maralac S.A., también propietario de La Suipachense, aunque el traspaso fue cuestionado judicialmente y considerado de “dudosa legalidad” por el gremio Atilra.
Según el sindicato, la gestión de Maralac marcó el inicio del deterioro: pérdida de materia prima, caída en la calidad de los productos, falta de transparencia y el incumplimiento sistemático de aportes y salarios. En 2024, los atrasos salariales derivaron en protestas y presentaciones ante la Secretaría de Trabajo.
Durante 2025, la Sindicatura confirmó que la empresa carecía de producción y facturación suficientes para sostener su actividad. El intento de salvataje judicial fracasó y se dictó la sentencia de quiebra, dejando los activos bajo custodia del tribunal.
Desde Atilra también alertaron por la situación de La Suipachense, que enfrenta un escenario similar: sin producción, con despidos y al borde de la quiebra. La planta, que llegó a procesar 250.000 litros de leche diarios, redujo su producción a cero y sus 140 empleados reclaman una solución judicial que evite su cierre definitivo.
