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El último adiós a Miguel Ángel Russo: lágrimas, cantos y banderas en la Bombonera

El velorio de Miguel Ángel Russo en la Bombonera fue mucho más que una despedida: fue un acto de amor popular. Desde temprano, miles de hinchas caminaron por Brandsen y Del Valle Iberlucea con camisetas, velas y banderas para darle el último adiós al técnico que se fue siendo entrenador de Boca, con los códigos de otra época.

En la esquina, un medio tanque ofrecía choripanes y bondiola. Un gesto casi ritual que rompía con la solemnidad del duelo. “Mi hermano se murió igual”, dijo Tito en la fila, conmovido por el cuerpo frágil de Russo, ese que dio batalla al cáncer desde 2017 y que decidió dejar los tratamientos poco antes del final. Muchos vieron en su despedida la imagen de sus propios seres queridos.

Dentro del estadio, las camisetas se mezclaban: Boca, Rosario Central, Estudiantes, San Lorenzo, Vélez, Millonarios, hasta Independiente. Riquelme recibió a los familiares, a exjugadores y hasta a Jorge Brito, presidente de River. Afuera, los hinchas cantaban: “Quiero que sepan que el Xeneize es mi alegría, aunque no entiendan yo por Boca doy la vida…”

El féretro de Russo quedó cubierto por más de treinta camisetas. Y entre lágrimas, vino y canciones, la Bombonera se convirtió en el lugar donde el fútbol, una vez más, fue más fuerte que la muerte.