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Falleció María Raquel Hermida Leyenda, reconocida abogada penalista y defensora de los derechos de las mujeres

Este domingo falleció en una clínica porteña María Raquel Hermida Leyenda, abogada penalista de 64 años, conocida por su activa militancia contra la violencia de género y su defensa incansable de los derechos de las mujeres. La profesional, nacida el 19 de diciembre de 1960 en el Centro Gallego de Buenos Aires e hija de padres gallegos, batallaba desde hace dos décadas contra una enfermedad autoinmune, miastenia gravis, que afectaba su musculatura. La causa concreta de su fallecimiento fue una dolencia cardíaca.

Hermida Leyenda tuvo una destacada trayectoria en casos judiciales de alto perfil. Representó a Nahir Galarza en la causa por el asesinato de Fernando Pastorizzo, asistió a Calu Rivero en la denuncia por abuso contra Juan Darthés, participó del caso contra Alexis Zárate por violación, y fue querellante en el femicidio de Stella Maris Sequeira, entre otros.

También estuvo involucrada en el expediente por la muerte de Emmily Rodrigues en un edificio de Retiro, en la denuncia por abuso contra el futbolista Gonzalo Montiel (quien luego fue sobreseído), y en el caso de presunto abuso sexual grupal en el que se mencionó al jugador Thiago Almada. Fue defensora de Mafalda Secreto, sobreseída tras matar y descuartizar a su pareja en Pergamino, causa en la que se consideró que actuó en legítima defensa luego de haber sido obligada a prostituirse.

En la década de 2010, antes de volcarse de lleno a la militancia feminista, defendió al empresario Daniel Bellini, condenado por el femicidio de su pareja, la bailarina Morena Pearson.

Graduada en Derecho en la Universidad Católica Argentina, fue presidenta desde 2012 de la Fundación Red de Contención, donde impulsó una perspectiva interdisciplinaria en los procesos penales, incorporando autopsias psicológicas y pericias en causas de abuso sexual infantil. Sus acciones provocaron cambios de sentencias y generaron antecedentes jurisprudenciales innovadores.

En redes sociales solía compartir reflexiones sobre su trabajo y su forma de ver la vida. En uno de sus últimos posteos, expresó: “Soy feliz, me entristece el contexto social. Mi trabajo es muy exigente, pero puta que vale la pena”. Recordaba con orgullo el consejo de su padre: “Nunca dependas de un hombre”.

La Fundación que presidía la despidió destacando su legado como abogada feminista, luchadora por los derechos humanos y pionera en el enfoque jurídico de género. “Su partida deja un vacío irreparable en la lucha por una sociedad más justa”, señalaron.