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Falleció el papa Francisco, el primer pontífice jesuita y latinoamericano

El papa Francisco, conocido en Argentina como Jorge Bergoglio, falleció a los 88 años luego de atravesar una larga internación en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. El Vaticano anunció que murió el domingo de Pascua a las 7:35 de la mañana, destacando su vida dedicada al servicio de la Iglesia y a los más vulnerables.

Durante su hospitalización, sufrió varias complicaciones respiratorias, incluyendo crisis asmáticas, broncoespasmos e infecciones graves, agravadas por su débil estado de salud y una antigua operación pulmonar.

Una vida de compromiso y fe

Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, hijo de inmigrantes italianos, Bergoglio fue técnico químico antes de ingresar al seminario jesuita. Se ordenó sacerdote en 1969 y ocupó diversos cargos en la Iglesia argentina, hasta ser designado arzobispo de Buenos Aires en 1998 y cardenal en 2001.

Fue elegido papa en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, convirtiéndose en el primer pontífice del hemisferio sur y de la Compañía de Jesús.

Un pontificado marcado por los cambios y los viajes

Francisco enfrentó escándalos de abusos sexuales dentro de la Iglesia y buscó reformas internas. Promovió el diálogo interreligioso, denunció la pobreza y el cambio climático, y visitó 51 países durante su pontificado. Entre sus decisiones más firmes, se destaca la expulsión del cardenal estadounidense Bernard Law, acusado de encubrimiento de abusos.

La deuda pendiente: Argentina

A pesar de su cercanía con figuras políticas y sociales argentinas, como Cristina Fernández o Juan Grabois, nunca visitó su país natal como papa. Su negativa a regresar generó críticas y especulaciones, aunque él mismo explicó que su responsabilidad era global, no nacional.

Legado espiritual y doctrinal

Francisco publicó tres encíclicas —*Lumen fidei*, *Laudato si’* y *Fratelli tutti*— y realizó más de 900 canonizaciones, un récord histórico. Aunque mantuvo posturas tradicionales sobre temas como el aborto y la eutanasia, mostró apertura hacia la inclusión social y promovió una Iglesia más cercana y humilde.