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El nuevo camino de la arena: YPF prioriza Entre Ríos y La Pampa queda en el medio del colapso vial

La decisión de YPF de comprar exclusivamente arena entrerriana para Vaca Muerta disparó el tránsito de camiones en las rutas argentinas. La medida impacta de lleno en la provincia de La Pampa, que quedó como paso obligado de miles de vateas que cruzan el país para abastecer el megayacimiento neuquino. En un contexto de emergencia vial, sin inversiones nacionales en infraestructura, el deterioro de las rutas se acelera y el peso recae sobre las arcas provinciales.

Hasta hace poco, la estatal YPF abastecía buena parte de su demanda de arena —clave para la extracción no convencional— con canteras de Río Negro y Chubut. Pero estudios técnicos recientes detectaron problemas en la calidad de esos recursos: menor redondez de los granos, alto contenido de finos, baja resistencia mecánica y una granulometría deficiente que, en conjunto, afectaban el rendimiento de los pozos y obligaban a usar más productos químicos.

En contraste, la arena fluvial de Entre Ríos, con mayor contenido de cuarzo y mejor performance en los pozos, resultó técnicamente superior. La petrolera tomó entonces una decisión estratégica: priorizar esa materia prima, pese a los 1.200 kilómetros que la separan de Añelo.

El precio del transporte: más camiones, más rutas destruidas

El problema es que el único medio inmediato de traslado es el camión. Y por más que YPF haya elevado el valor del flete de 63.000 a 85.000 pesos por tonelada y firmado contratos de compra garantizada, la infraestructura vial no acompañó esa transformación logística. En marzo, se registró un promedio de 1.300 camiones diarios solo en rutas de Neuquén, el doble que un año atrás, según el sitio especializado Econojournal.

El nuevo flujo tiene un impacto directo en La Pampa, convertida en corredor central entre Entre Ríos y Neuquén. Desde las canteras entrerrianas en Ibicuy, los camiones cruzan por rutas nacionales y provinciales que atraviesan Santa Fe, Buenos Aires y finalmente el corazón pampeano. Las rutas 35, 152, 151, y provinciales como la 1, 10 o 20, están hoy desbordadas por tránsito pesado.

Rutas sin obras, municipios tapando baches

El deterioro vial no es nuevo, pero se agravó con la decisión del gobierno de Javier Milei de eliminar la inversión en obra pública. El presidente de Vialidad Provincial, Rodrigo Cadenas, advirtió que Nación sigue recaudando el Impuesto a los Combustibles, que debería destinarse a rutas, pero esos fondos hoy engrosan las rentas generales. En paralelo, municipios como Winifreda o Catriel (en Río Negro) se ven forzados a realizar tareas de bacheo sobre rutas nacionales, ante la inacción de Vialidad Nacional.

La carga logística del modelo extractivo recae así sobre provincias como La Pampa, que ven duplicado el tránsito pesado sin recibir recursos ni planificación nacional. “Los transportistas evitan rutas nacionales intransitables y desvían por rutas provinciales, que no fueron pensadas para soportar ese tipo de tráfico. El deterioro es exponencial”, afirman fuentes viales.

Un cambio estructural, sin soluciones estructurales

El CEO de YPF, Horacio Marín, admitió que el volumen total de arena que necesitará la industria petrolera este año llegará a las 8 millones de toneladas, y que no es viable sostener esa logística solo con camiones. El uso del tren está sobre la mesa, pero aún en estado embrionario. La empresa reconoce que su implementación llevará años.

Mientras tanto, el Estado nacional mira para otro lado. La política de desinversión en infraestructura choca de frente con las exigencias de un modelo energético que se promociona como estratégico. YPF decidió priorizar calidad técnica, pero la red vial quedó como un daño colateral que nadie parece dispuesto a asumir.