
Caputo anunció el fin del cepo al dólar y un nuevo régimen de flotación
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó este viernes el levantamiento del cepo cambiario, que comenzará a regir desde el lunes, en el marco de la tercera etapa del programa económico del Gobierno. En conferencia de prensa junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, Caputo explicó que el nuevo esquema permitirá una flotación del tipo de cambio dentro de bandas móviles que irán de los $1.000 a los $1.400, con una actualización mensual del 1%.
“Desde este lunes se termina el cepo cambiario”, aseguró el ministro, y celebró el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que fue aprobado este mismo viernes y prevé un programa de facilidades extendidas con desembolsos por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 estarán disponibles libremente en 2025.
Caputo también aprovechó para agradecer al presidente Javier Milei por su rol durante la gestión: “Cuanto más trabajamos juntos, más admiración me genera”, sostuvo.
El nuevo régimen elimina el dólar “blend” y permite a las personas físicas comprar divisas sin límites, dejando atrás el cupo mensual de USD 200. También habilita la distribución de utilidades al exterior desde los balances iniciados en 2025, y flexibiliza el pago de importaciones.
Entre los aspectos clave del nuevo esquema se destacan:
- Un sistema de flotación cambiaria dentro de bandas con intervención del BCRA para evitar desvíos.
- Levantamiento total de restricciones al mercado único y libre de cambios (MLC).
- Enfoque monetario centrado en el control de la base monetaria, sin emisión para financiar el déficit.
- Disminución del “parking” en operaciones con bonos y medidas para estimular la remonetización de la economía.
Además, el Banco Central informó que la transición será “ordenada y sin disrupciones”, respaldada por líneas de financiamiento que elevarán las reservas en USD 28.100 millones, incluyendo la renovación del swap con China por USD 5.000 millones.
El anuncio coincide con el inicio de la liquidación de la cosecha gruesa y una reducción en las retenciones al agro, lo que, según el Gobierno, favorecerá el ingreso de divisas, impulsará la inversión y ayudará a consolidar la baja inflacionaria.