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“El progresismo avanza en la región siempre con el voto, nunca con las armas”

El expresidente boliviano Evo Morales, de visita en la Argentina, evitó este martes definir en una entrevista con Télam si volvería a conducir los destinos de su país y dijo que los últimos triunfos electorales del progresismo en América Latina se basaron en la premisa de que, a diferencia de las derechas, este sector “siempre avanza con el voto, nunca con las armas”.

El exmandatario (2006-2019), que recibió a Télam en dependencias de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), también analizó durante la charla la situación internacional, dijo que “Estados Unidos va de fracaso en fracaso” y consideró que las recetas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aplica “siempre significan más para los ricos y menos para los pobres”.

Morales, que el lunes estuvo en Rosario, tenía este martes una jornada cargada de actividades en Buenos Aires, que incluyen un encuentro con el presidente Alberto Fernández y sendas presentaciones en el Instituto Patria y en la sede del Partido Justicialista (PJ), en el Día de la Confraternidad Argentino Boliviana, en homenaje al nacimiento de Juana Azurduy.

En cuanto a su nuevo contacto con Fernández, Morales aprovechó para destacar, como lo hace permanentemente, que la intervención del mandatario le “salvó la vida” luego del golpe de Estado de noviembre de 2019 y recordó también con afecto que Argentina envió medicamentos a Bolivia durante la pandemia, mientras que el gobierno del expresidente Mauricio Macri envió armas y proyectiles durante la gestión de facto.

Ante una pregunta de Télam sobre si se vislumbra volviendo a la presidencia de Bolivia, respondió en tono de broma: “En este momento yo quiero ser presidente, ¡pero presidente de la Federación de Fútbol; me encanta el deporte!”.

“Ahora no es tiempo de campaña”, dijo luego de reírse de su propia broma, y agregó que en la actualidad su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), está abocado a afiliar nuevos militantes, que se agregarían a la base actual un millón de afiliados.

“El movimiento democrático que nos sigue tiene 260.000 afiliados apenas”, enfatizó, y en cuanto a su misión al frente del actual oficialismo, dijo que tiene a su cargo trazar políticas que luego se trasladan al presidente Luis Arce y demás funcionarios.

Consultado sobre si en esa instancia surgen diferencias entre la visión del jefe del Ejecutivo y la suya, dijo que mantiene permanentes reuniones con todos los integrantes del Gobierno porque “es un derecho (del MAS) sugerir” iniciativas, si bien el presidente es quien decide “porque finalmente es su responsabilidad administrar el Estado”.

“A mí me corresponde conducir la parte política y juntos nos complementamos, porque somos una gran familia”, completó.

Por otra parte, consideró que las recetas que imparte el FMI “siempre significan más para los ricos y menos para los pobres” y además “pretenden que los países tengan Estados mínimos, Estados enanos que no inviertan”.

“Nuestros Estados necesitan desarrollarse, invertir en ciencia, en tecnología, para que nuestras exportaciones no sean solo de materias primas. Si lo hacemos, otra Bolivia es posible”, consideró.

“Si un Estado no invierte, ¿de dónde va a tener recursos económicos para atender las demandas que tienen su pueblo? –insistió-. Si para poder desarrollarnos tenemos que comprar tecnología a China, Estados Unidos, Europa… Se nos van los dólares afuera. Por eso necesitamos más ciencia y técnica para tener nuestra propia tecnología”, apuntó.

A la vez, consideró que “Estados Unidos va de fracaso en fracaso. La doctrina inmoral Monroe ‘América por los americanos’ es un rotundo fracaso, lo mismo que la Guerra Fría”.

“La Guerra Fría buscó combatir a los comunistas. ¿Cuántos gobiernos, presidentes de tendencias comunistas tenemos hoy?”, se preguntó, y amplió el concepto a la doctrina estadounidense para aplacar las guerrillas, sector del que surgieron actuales y expresidentes de la región, como Dilma Rousseff, José Mujica, Daniel Ortega, su exvicepresidente Álvaro García Linera y este año el colombiano Gustavo Petro.

“Se ha evolucionado en democracia, (hubo) cambios profundos con el voto. Con la conciencia y no con el arma ni con la bala. La derecha debe reconocer esto. Fueron guerrilleros para querer cambiar. No son tiempos de armas y balas, sino conciencia y voto de los pueblos”, aseguró.

En ese sentido, acotó que “Estados Unidos todavía usa la OTAN para buscar guerras. Estados Unidos vive de las guerras. Provoca guerras para vender sus armas, créditos para que los Estados compren armas”.

Destacó también los “cambios de paradigma” que Estados Unidos fomentó para la persecución de autoridades y dirigentes de América Latina, como “las acusaciones de corrupción desde los medios de comunicación” o la descalificación de quienes tienen pasado de actividad sindical.

“Después de acusarnos primero de comunistas, después de terroristas, después de narcotraficantes ¿Y ahora?”, inquirió, y trajo el ejemplo de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, quien no pudo competir electoralmente en 2018 por una denuncia que luego quedó sin efecto, pero que sirvió para que Jair Bolsonaro gobernara el país más grande de Sudamérica.

“Pero igual ahora Lula vuelve. Va a volver a ser presidente, pero después de tanto daño que hicieron con su modelo neoliberal. El más perjudicado fue el pueblo brasileño”, apuntó, ante la posibilidad de que Lula se imponga en las elecciones de octubre, según anticipan la encuestas.

El día de Morales comenzó “temprano y con bastante frío”, según comentó con tono de resfrío, con una visita al estadio Monumental de River Plate, donde reconfirmó con las autoridades de la institución la presencia de ese club en el Campeonato Sudamericano Copa Evo 2022, categoría Sub 17, a realizase del 31 de julio al 7 de agosto en el territorio del Chapare.

Fuente: Télam