Caída de moratorias municipales: FREPAM impone lógica en una medida polémica
El bloque de concejales del FREPAM santarroseño salieron a pedir por los vecinos a los que el municipio les hizo caer las moratorias impositivas, en medio de la pandemia de COVID-19.
La medida tomada por las autoridades comunales de la capital de La Pampa cayó definitivamente mal entre los santarroseños, y fue el bloque opositor el que decidió tomar la posta del reclamo.
Para propios y extraños, la medida carece de lógica. Se supone que quiénes adhieren a una moratoria es porque carecen, en su mayoría, de recursos suficientes para enfrentar el cúmulo de impuestos atrasados. Al caer la moratoria, se termina poniendo contra la pared probablemente a sectores castigados por los avatares económicos que está dejando el coronavirus.
El malestar de los vecinos abarca también a algunos que juran que se les descontaba por débito automático el monto a pagar. Entre estos hay quiénes se quejaron porque les notificaron el retraso en el pago de tres cuotas consecutivas, razón por la cual cae la moratoria, y no les habrían especificado cuáles eran. En estos casos los “invitan” a concurrir a las oficinas de rentas, cuando el distanciamiento social indica que lo prudente es arreglar todo tipo de inconvenientes en forma remota.
“En los últimos días recibimos reclamos de varios vecinos que han sido notificados por la Municipalidad de Santa Rosa acerca de la caducidad de los planes de financiación suscriptos en el marco de las moratorias vigentes.
La Municipalidad ha cursado alrededor de cien notificaciones a quienes se han atrasado en el pago de las cuotas devengadas durante la vigencia de la emergencia social (declarada por Ordenanza 6284/2019) y del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto por la pandemia del Covid-19”, reza el comunicado emitido por el FREPAM.
Más adelante le recuerda a la gestión municipal que “en un contexto de fuerte caída de la actividad económica, y ante la imposibilidad temporal de pago de muchos vecinos, consideramos que se deben tomar las medidas necesarias para que esos planes de financiación no caigan.
En el entendimiento de que la economía comenzará a reactivarse lentamente, y que quien se acoge a una moratoria demuestra su intención de saldar sus deudas y regularizar su situación fiscal, nos parece oportuna la suspensión por un plazo de noventa (90) días de las caducidades de los planes de financiación por atrasos en el pago de las cuotas devengadas desde diciembre de 2019”.
Con bastante lógica, los opositores les marcan que “hacer caer los planes de financiación no sólo perjudica al vecino que con mucho esfuerzo intenta regularizar su situación, sino también a las arcas municipales, y consecuentemente, al futuro reparto de la coparticipación provincial. Como lo hemos expresado en proyectos anteriores, se deben llevar adelante acciones tendientes a proteger el índice de coparticipación para 2021. Y perder contribuyentes con medidas como la adoptada por el Intendente atenta contra dicho objetivo”.