
Día de miércoles
El diputado provincial Espartaco Marín puso patas para arriba este miércoles a políticos, medios y a instituciones del medio, luego de que con las primeras horas del día trascendiera la situación que viviera en la madrugada del lunes, cuando fue detenido por la policía, manejando en una ruta nacional con el doble de alcohol en sangre del permitido legalmente.
El trascendido se convirtió en noticia, cuando un medio exhibió la boleta que le hicieran al legislador, donde constaba hora y motivo por el que no le permitieron seguir circulando, incluso secuestrándole el automóvil que manejaba.
El paso de las horas mostró que la indignación social iba en aumento, razón por la cual Marín tuvo que salir a hacer un descargo. En el texto asume que “lo que está mal, está mal”, informa que se hizo cargo, pone “la cara” y pide disculpas. En todo momento aparenta querer quitar trascendencia a su falta. Incluso más de un centenera y medio de simpatizantes suyos le bancaron la “travesura”, como si fuera un adolescente, a pesar de que el diputado ya ostenta cuatro décadas de vida. Entre los mensajes, se puede leer el de una directora de escuela que lo trata de “Querido Nene!!”, e incluso invita a “movilizarnos” para defenderlo.
Tantos mensajes virtuales no alcanzaron para morigerar la gravedad de su accionar. Durante la tarde la fundación “Estrellas Amarillas” emitió un duro comunicado, donde exigió que la justicia investigue el accionar del legislador y el repudio de la Legislatura Provincial. La entidad, compuesta por familiares de víctimas de siniestros de tránsito, resaltó que Marín “no solo estaba conduciendo con el triple del alcohol autorizado, sino también, estaba dando un pésimo ejemplo, exponiendo al peligro su propia vida y la de terceras personas”. No es un dato menor que entre las personas que integran “Estrellas Amarillas” hay varias que perdieron seres queridos como consecuencia de conductores alcoholizados.
En los medios de comunicación el tratamiento de la noticia fue dispar. Mientras algunos optaron por ignorar el hecho, otros, como el diario Clarín, castigaron con dureza al legislador. Otros, en una situación por demás sospechosa, al poco tiempo de dar a conocer la noticia, y mientras subían la cantidad de lectores, sufrió un abrupto hackeo, que lo mantuvo fuera de circulación hasta entrada la noche.
Desde el ámbito político local hubo también disparidad de reacciones. Varios lo repudiaron, otros se hicieron los distraídos y algunos, de su línea política, ensayaron una defensa.
Más allá de cualquier análisis, Espartaco Marín dejó una serie de preguntas y situaciones incómodas. Una de ellas surgió de la propia fiscalía que estaba de turno al ocurrir el episodio desde donde trascendió que se habrían enterado por los medios, ya que las actuaciones policiales no les habían llegado.
Mientras pasan las horas, un dato que fue tomado con humor por muchos, es que en la foto de perfil de Facebook del diputado aún figura él, sonriente, aconsejando quedarse en casa.