Mac Allister largó candidatura a pleno derroche y populismo

Carlos Mac Allister lanzó ayer su campaña para a gobernación de La Pampa. A pesar de que el acto de anoche tenía todas las características de un lanzamiento, el propio ex jugador negó que lo fuera. También dijeron que el acto no fue un acto.
Lo cierto es que la semana que termina se hizo profusa campaña para convocar al asado que se hizo anoche en el salón del círculo de suboficiales de la policía, en la calle Luther King. El convite era para ir a cenar gratis, y solamente había que anotarse en el búnker de la Avenida Luro, o por teléfono. El resultado fue un asado para alrededor de 500 personas, de las cuáles más o menos la mitad eran funcionarios y militantes del radicalismo y del PRO.
El orador central fue Mac Allister, que volvió a negar el encuentro fuera un acto de lanzamiento de campaña, a pesar de que al lado suyo había un cartel que rezaba: “Una campaña para cambiar la historia”.
Asado y ensalada fue el plato único de la cena. No hubo alcohol para acompañar, solo agua y gaseosas.
“Les recomiendo que no lean mucho los diarios”, aconsejó en medio de su alocución. Tal vez pensando que la gente no se daría cuenta de que mientras su propio gobierno quiere recargarle a los usuarios de gas la pérdida de las empresas, a pagar en 24 cuotas, él mismo trata de atorar de asado a la gente para “mantenerlos contentos”, según reconoció al principio de su discurso.

En el medio del discurso mostró dos mensajes de su celular. En el primero hay una declaración de Marcos Peña diciéndole que harán campaña por él. con el segundo intentó demostrar que no había sido echado de su cargo de Secretario de Deportes, a través de un chateo con el propio Mauricio Macri, pero en ningún m omento el mandatario desmiente nada.
El acto-cena terminó temprano, demasiado según dijeron algunos.
A pesar de presentarse como el cambio en la política, lo de anoche sonó muy parecido a lo que desde el mismo PRO se condena, con el nombre de “populismo”. En tiempos de ajustes, seguramente a alguno de los cerebros electorales se le habrá ocurrido que la mejor manera de convocar a un acto es haciendo un asado gratuito.
El acto quedó como una acción muy cercana a la bajada masiva de alimentos, en plena campaña para diputados nacionales, en un galpón de Villa Martita, el coqueto barrio capitalino.