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La delgada línea entre oportunidad y oportunismo

El anuncio del gobernador Carlos Verna, sobre la enfermedad que lo aqueja y su declinación a cualquier candidatura para 2019, desató un muestrario de reacciones dignas de algún estudio antropológico. Teniendo en cuenta que fue el jueves 6, algunas manifestaciones no se hicieron esperar. Manifestaciones de tristeza, algunos exabruptos y reuniones de “rosca” se sucedieron en distintos lugares, desde el jueves pasado.

Hoy, anónimos creativos lograron viralizar una simpática caricatura del gobernados, en una pose típica de él, con el hashtag #LaPampaEstáConVos.

Tanto en la Exsposición Rural de General Pico, como en la mismísima Casa de Gobierno, no cesan de llegar manifestaciones de gente humilde que le deja a Verna cartas de aliento e imágenes religiosas, con anhelos de una pronta mejoría.
Algunos –los menos- no dudaron en exteriorizar actitudes similares al “viva el cáncer” con que los sectores más recalcitrantes casi celebraron la enfermedad de Evita. Entre estos estuvo el ex policía sedicioso Julián Giménez.
Otros fueron un poco más recatados, pero no menos imprudentes, como el presidente de la Juventud Radical, Santiago Palacio, que no dudó en ver “una oportunidad” en lo que él interpreta como la “caída de Verna”. El bisoño aprendiz debió recular, y en los mentideros políticos no descartan que hasta su inmediato superior, el jefe comunal de Intendente Alvear, Francisco Traverso, lo haya levantado en peso por tanta imprudencia.
Siempre desde la oposición, hubo una importante y casi unánime manifestación de respeto y anhelos –seguramente algunos sinceros- de pronta mejoría. Uno de los más comentados fue el del dirigente radical santarroseño Pedro Salas, que no dudó en reconocer los méritos del mandatario y considerar la responsabilidad de los políticos opositores de ofrecer algo importante a la sociedad, porque quedaría “la vara alta”.
Puertas adentro
En el seno del PJ también hubo actitudes disímiles.
Cuentan algunos que apenas terminó, el jueves pasado, la reunión con los diputados del bloque oficialista, alguno de ellos ya habría intentado “acordar” con otro una “estrategia conjunta”, mientras habían hecho pocos metros del Salón de Acuerdos, donde fueron recibidos los legisladores.
El mismo jueves ya se habría hecho un cónclave en un residencial barrio capitalino. En las puertas de ese domicilio, cuentan que varios de los vehículos tenían un calco que los identificaba.
Dudoso sentido de la oportunidad
El viernes hubo interesantes mesas de café, en el centro santarroseño, donde se pudieron ver referentes de distintas líneas saludando la reapertura de una tradicional confitería. Difícil saber por estas horas si eran encuentros de “rosca”, pero al menos resultaron llamativos para algunos testigos casuales.
El mismo viernes 7, en General Acha, habrían desembarcado caras extrañas. Hay quiénes juran que vieron en la localidad al diputado Facundo Sola, al ex intendente de Quehué, Luciano Beloqui, al también ex jefe comunal de Doblas, Gustavo Lanza, a “un señor alto y pelado”, cuya procedencia no coincidían si era de Macachín o Guatraché y a otros desconocidos. Habría oficiado de anfitriona Silvia Caminos. El tema excluyente es por demás obvio.
Lo que llamó la atención de los indiscretos “garganta profunda” fueron las ausencias del diputado nacional Ariel Rauschenberger, su par provincial Lucrecia Barrutti y la del intendente de Toay, Ariel Rojas. Respecto de los dos primeros, las versiones son coincidentes en que habrían hecho conocer su desacuerdo con el sentido de la oportunidad de los convocantes. En el caso del jefe comunal, no se supieron motivos.
Hay quiénes creen ver en esta reunión el comienzo de una nueva división dentro del componente residual de la otrora poderosa línea jorgista Compromiso Peronista.

Calma chicha

En entorno más cercano, y con poder, de Verna reina por estos días un estado de acongojada tranquilidad.

Observan la realidad y los movimientos que se están dando, sin acelerarse y grabando en las retinas (y tal vez en alguna libreta roja similar a la de Jorge Asís) las actitudes políticas de varios que aparentan querer precipitar situaciones.

Tal vez sea por eso que algunos anduvieron deambulando por los pasillos del Centro Cívico, luego de verse sorprendidos en cónclaves supuestamente secretos, para dar la explicaciones correspondientes.