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Abandono de adolescentes en la “Welcome” de Macachín

Al menos 6 jóvenes santarroseños fueron abandonados en Macachín por la empresa que los transportó, luego de la última “Welcome Fest” realizada en un club de esa localidad. Cuatro de los adolescentes eran menores de edad.
La fiesta llevada acabo entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de julio pasados, en el Club Atlético Macachín, ya es casi una tradición entre los jóvenes de toda la zona.
Según admitió una persona que se dio a conocer como el dueño de la empresa de transportes santarroseña “Pony”, ésta tendría un acuerdo con la organización de la fiesta para el traslado de los jóvenes.
A los chicos que compraban las entradas, con transporte incluido, les dieron una pulsera de color. Al subir al colectivo que los llevaría a Macachín debían dar su nombre y el número de DNI. Por lo tanto, de existir una lista de pasajeros transportados, tal como lo exigen las leyes, se realizó recién al abordar los vehículos y no al vender los pasajes.
El hecho que le suma gravedad a la situación es que una importante cantidad de los transportados habrían sido menores de edad, y no existiría ninguna autorización de padres o tutores para que “Pony” los llevara de una ciudad a otra, tal como se exige en territorio pampeano.
En la madrugada del sábado 15 varios de los pibes y pibas se dieron con la infausta noticia de que habían sido abandonados en la localidad sureña por el trasporte que los llevó. De los seis casos que tuvo conocimiento este diario, 2 jóvenes tenían 20 años de edad, y cuatro 16 años.
Refunfuñantes padres debieron hacer el trayecto de ida y vuelta a Macachín, para traer a los vástagos abandonados.
El supuesto dueño aseguró, en charla telefónica, que por los altoparlantes se anunciaban las salidas y los lugares de las combis y micros, pero los jóvenes aseguran que esto nunca sucedió.
Al menos el colectivo que dejó varada a media docena de adolescentes habría retornado con todos sus asientos ocupados, lo cual da la pauta de que no se habría controlado la lista de pasajeros y volvieron algunos que no habían ido en el vehículo.
Según se pudo averiguar, los padres estarían asesorándose legalmente, para emprender el trámite judicial correspondiente.
Párrafo aparte merecen los controles que realizaron, y propagandizaron, las autoridades locales y provinciales. Salta a la vista que se habría limitado a controlar el grado de alcohol en la sangre de algunos conductores, pero al menos un colectivo pasó los controles en flagrante irregularidad.
Por fortuna, el abandono no se transformó en tragedia.