El Club de Gremialistas con hijos contratados en Salud (II): ATE y los C.C.C. (Clasistas, Combativos y…Contratados)
La dirigente e integrante de la conducción de ATE La Pampa, Liliana Rechimomt, es otra de las integrantes del selecto club de sindicalistas que se valieron de sus cargos para conseguirles conchabos a sus hijos en la administración pública estatal.
Hace dos años y medio la verborrágica y combativa gremialista denunciaba a viva voz “la estafa al Estado y los trabajadores” que representaban ciertos ingresos a la plantilla de la Provincia, al tiempo que exigía moral y ética para los ingresos. Dando muestras de tener en exceso ambos valores, Rechimont metió un hijo por la moral y otro por la ética a Salud Pública.
En efecto, la ex – secretaria gremial y actual vocal de la comisión directiva de la Asociación de Trabajadores del Estado utilizó su llegada a las autoridades del Ministerio de Salud para que le contrataran a dos de sus hijos, durante la gestión de Rubén Ojuez.
Un hijo de ella reviste en el área administrativa del Hospital Lucio Molas. Fue tanta la alegría del vástago que hasta subió una foto a su cuenta de Facebook, posando con el decreto que lo beneficiaba. Como muestra de la vocación por continuar con la dinastía gremial, el joven ya estaría oficiando de delegado gremial en su sector. Se sabe que es una práctica sindical común el poner como delegados a los trabajadores que pueden ver en peligro su fuente laboral. En este caso no solamente fue rápida su contratación, sino también su carrera sindical: en menos de un año ya representa a sus compañeros.
Liliana Rechimont también logró ubicar una hija suya, durante el mismo período, como empleada administrativa en el Centro de Salud del Barrio Aeropuerto de Santa Rosa.
La actitud de Rechimont no pasó desapercibida puertas adentro del gremio y debió dar explicaciones, más aún cuando era una de las miembros que se sentaba en la mesa de paritarias, para defender los intereses de los estatales. Según coinciden varias fuentes, ella habría intentado justificar las contrataciones en supuestos contactos de su ex pareja, y padre de los jóvenes. Obviamente que la razón expuesta no era menos cuestionable. Igualmente algunos memoriosos recordaron que el pedido de trabajo para sus hijos ya lo habría hecho a funcionarios de la anterior gestión en Salud.
En medio de una agitada reunión ella habría ofrecido su renuncia, pero no le fue aceptada. Eso sí, no ocupó más uno de los sillones de ATE en las paritarias y de secretaria Gremial pasó a vocal. Los escépticos internos que tiene la actual conducción del gremio estatal miran con sorna que el sillón de Liliana en paritarias ahora lo ocupa otra Rechimont: la secretaria Adjunta Roxana Rechimont, tía de los jóvenes conchabados. Todo en familia.
Cabe preguntarse a esta altura sobre la confianza que les generará a los trabajadores de la salud el saber que en la mesa de paritarias y paritarias sectoriales estaban representándolos al menos tres (algunos dicen que más) sindicalistas cuyos hijos habían sido contratados por el ex – ministro Ojuez.
Foto: gentileza de El Diario de La Pampa