Día Internacional de la Mujer

Por Alicia Mayoral

“Desde las primeras manifestaciones femeninas en pos de la visibilización de nuestros derechos, hace ya más de doscientos años en la vieja Europa, el camino recorrido sigue siendo arduo y no por ello menos productivo.
Hemos asumido el deber de “hacer escuela” en materia de concientización sobre el derecho a ser, principalmente entre nuestras propias congéneres, siendo ésta –muchas veces-, la batalla más difícil de librar. Siglos de sometimiento y dominación, han naturalizado comportamientos sociales que ubican a la mujer en un lugar de sumisión acrítica, incapaz de avizorar otras realidades… más inclusivas, más equitativas, menos violentas.
En nosotras, la pertenencia social, nacional, étnica, orientación sexual, militancia política o práctica religiosa, no reconoce un obstáculo para aunar miradas que nos contengan en la diversidad, con mayores derechos y reconocimientos públicos y privados.
Las marchas públicas de las mujeres por el mundo, como “NI UNA MENOS” en nuestro país, demuestran que el movimiento femenino se encuentra en expansión, y que la voz de la mujer, lejos de ser ignorada, se impone con firmeza en diversos espacios de poder y toma de decisiones; denunciando y proponiendo, pero jamás callando.
En La Pampa, desde ésta legislatura provincial se han aprobado leyes consecuentes con éste camino de empoderamiento femenino, tales como la Ley N° 1918 contra la violencia doméstica, o la Ley N° 1363 de procreación responsable. Recientemente nuestro bloque ha habilitado el debate por la despenalización del aborto, siendo éste un tema impostergable. Sabemos que debemos seguir legislando por la mujer, porque aún no se han derribado todas las barreras que impiden su máximo desarrollo, al amparo de un Estado de Derecho que proteja su dignidad, con verdad y justicia.
Una vez más, desde este espacio institucional, nos sumamos a la lucha de nuestras compañeras en contra de los abusos de poder, acosos sexuales, femicidios, trata de personas, violencia física o psíquica; y cualquier otra forma de degradación de la condición humana que lastime nuestra integridad como seres, en un mundo que necesita cada vez más de relaciones humanas fundadas en el respeto, la libertad y la justicia social”