Peligros reales o ficticios de la primera vez
Se estima que un alto porcentaje de los adolescentes que tienen su primera relación sexual no usan ningún tipo de protección anticonceptiva, razón por la cual aumenta el riesgo de embarazos no deseados y transmisión de enfermedades, como por ejemplo el HIV.
En política, la primera vez que se desempeña un cargo público requiere de tantas precauciones como la primera vez en el sexo. En ambos casos, las consecuencias pueden ser de importancia.
A mediados de noviembre se alertaba en este diario digital sobre la tendencia de los funcionarios del macrismo a intentar obtener indulgencia de sus errores por ser la primera vez que desempeñaban un cargo de funcionario en el estado. Incluso cuando en el desaguisado se habla de millones de pesos, o de dólares.
En la última semana, el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister recurrió a este no tan ingenuo argumento para intentar justificar una acusación periodística del propio oficialismo, en la que se lo señala como responsable de que desde su área se distribuyeran fondos para clubes de barrio entre coquetas y exclusivas instituciones deportivas; el direccionaminento en las licitaciones para las compras de piletas de natación y el otorgamiento de becas deportivas a personas de su entorno o cercanas al mismo.
El ex jugador de fútbol no es el primero en recurrir a este pretexto para intentar atenuar el escándalo que originan sus acciones. Ya lo hicieron otros funcionarios del PRO en diversas ocasiones en los últimos dos años.
En un gobierno donde el principal antecedente para acceder a cargos importantes de gabinete parece haber sido que sus hombres fueran CEOS de empresas –preferentemente multinacionales y off shore- resulta por demás extraño que les den el manejo de millones de pesos a personas supuestamente inexpertas. Por caso cabe preguntarse si en sus empresas no lo harían, porque los argentinos debemos aceptar que lo hagan con los fondos públicos.
Los casos se repiten y parecen tener algún tipo de patrón en común. A modo de ejemplo, Juan José Aranguren, ministro de Energía, fue CEO de la Shell y directivo de una empresa off shore hasta que asumió como funcionario de Mauricio Macri; tiempo después salen a la luz los negocios que hizo su propia cartera con la misma petrolera y la misma empresa off shore en los útimos 24 meses. Salvando las distancias, la situación se repitió en Deportes de Nación, donde un funcionario fue representante de una importante empresa dedicada a la construcción de piletas de natación hasta que asumió el cargo, y luego hay funcionarios provinciales que aseguran se les direccionaban los fondos que les enviaban para que hicieran sus piletas con la misma empresa. Tanto Macri como Mac Allister deben hacerse responsables en algún momento de las aparentes trapisondas de sus colaboradores, puesto que fueron ellos quienes les dieron esa responsabilidad y manejo.
“Ignorantia juris non excusat”, escribieron los hacedores del Derecho Romano, en el cuál se basa nuestro sistema legal, para decir que la ignorancia no exime del cumplimiento de la Ley. En el caso de los quienes cumplen con cargos en cualquiera de las organizaciones del Estado, la figura penalmente castigada, es la del Incumplimiento de los Deberes de Funcionario Público. Esta figura se aplica en casi todas las oportunidades para penar casos de corrupción.
Teniendo en cuenta el párrafo anterior, tanto Mac Allister como todos los funcionarios de cualquiera de los gobiernos nacional, provinciales o municipales, a esta altura deberían obviar el argumento de la ingenuidad –que por cierto no resulta creíble- y asumir que en Argentina la tarea de los funcionarios se rige por la carriles que marca la Ley, y no por el manual que les escribió Jaime Durán Barba.
Siguiendo el principio duranbarbiano para alegar inocencia, bien se puede citar que tanto José López, Julio De Vido y Amado Boudou, todos presos por supuestos hechos de corrupción, seguramente cuando asumieron cargos públicos nacionales era la primera vez que lo hacían.
En el caso de La Pampa, no deja de resultar extraño que todavía está procesado un hombre por arrojarle un huevo al auto del presidente Macri, y ninguna organización política o social hizo presentación alguna ante la Justicia Federal para que investigue si el secretario de Deportes incurrió en alguna figura delictiva.
Las primeras relaciones sexuales, como la primera vez como funcionario público, requieren preparación y conocimiento, sobre todo de las consecuencias que pueden traer por hacer cosas que supuestamente no se saben. Si se busca una diferencia entre ambas situaciones, generalmente en el primero de los casos se habla de adolescentes realmente inocentes, en contraposición con los segundos.