Corto vuelo para las alas del cambio
El tan promocionado cambio que promueve el macrismo parece ser para pocos, tal cual sospechan muchos.
El secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, está empeñado en demostrar que lo suyo excede a lo estrictamente deportivo, aunque no siempre demostrando la pericia necesaria para llegar al objetivo.
En su edición del día de la fecha, el diario La Arena reproduce una promesa electoral del ex jugador de fútbol: “Voy a trabajar para modernizar el aeropuerto”. En la misma publicasción, el funcionario fundamenta su compromiso asegurando que ““Es vital que comencemos a conectar a La Pampa con el país y el mundo”.
Curioso el cálculo de Mac Allister, para “conectar a La Pampa con el país y el mundo”, privilegiando la modernización del aeropuerto, e ignorando los retrasos y trabas que pone su gobierno a los imprescindibles alteos y reparaciones de la rutas nacionales que atraviesan el territorio provincial y que están cortadas desde hace meses.
Imagine el lector cómo harán los productores para sacar los camiones jaulas con ganado para Liniers, con las rutas en el estado catastrófico en que se encuentran. ¿Mac Allister traerá aviones Hércules, para cargarlos con vacas?.
Si bien él sueña con “miles de pampeanos” viajando en avión, con tarifas baratas que nunca llegan, también se imagina traer “a otros tantos a la provincia y mejorarán las oportunidades de negocios y crecimiento”. No especificó qué negocios, puesto que los que vengan en esos aviones solamente podrán permanecer en la capital pampeana, ya que el aislamiento al que se somete a todos los pampeanos no es virtual, sino real. Probablemente los únicos que puedan visitar La Pampa, fuera de los límites del ejido urbano capitalino sean los cazadores que puedan pagar un helicóptero…o los cazadores de talentos futbolísticos que no tendrán que trasladarse más allá del viejo autódromo para concretar pingües negocios con los pibes.
Mientras tanto, los miles de argentinos que acostumbraban a circular por las rutas nacionales que conectaban verdaderamente a La Pampa con el mundo, con fines turísticos, productivos, deportivos, o simplemente familiares, deberán seguir esperando a que se hagan correctamente los arreglos en las cintas asfálticas. Los restaurantes, hoteles, empresas, etc. siguen viendo cómo les es esquiva la suerte, mientras esperan las rutas en condiciones. Caso contrario, las alas del cambio no tendrán donde carretear.
PD: al cierre de esta nota, funcionarios provinciales manifestaban su queja por la demora de Vialidad Nacional en dar datos técnicos para la concreción del alteo del Bajo Giuliani. El alteo en la Ruta Nacional 35, realizado por VN, había colapsado por segunda vez en 10 días.