Francisco Torroba quiere ganar las PASO con un spot misógino e irreal
Tres jóvenes van sin rumbo determinado en un automóvil. Maneja uno de los varones, el otro en el asiento del acompañante. La única fémina va en el asiento de atrás. También es ella la única que no lleva el cinturón de seguridad puesto, y la única que está “despistada”, haciendo preguntas y razonamientos de una ingenuidad humillante. Arrancamos mal: los machos al volante o en el asiento del acompañante, la hembra relegada al asiento trasero. No solamente eso, los machos son los que están informados y recuerdan una “gestión” que por sus edades difícilmente recuerden y la hembra está “en cualquiera” y habla pavadas que hacen reír a los machos, demostrando que el conocimiento y la información no es para mujeres. ¡Y pensar que en la “gestión” del famoso Francisco se vanagloriaban de haber impuesto la “perspectiva de género” municipal!.
Párrafo aparte merecen los “argumentos” con los que los machos convencen a la hembra para que vote a Francisco. Primero se hace referencia a una supuesta “gestión” de la que los santarroseños no se olvidan. Es obvio, Santa Rosa se inundó en esos años; los espacios verdes lucían llenos de matorrales y mugre; las calles –oh, casualidad- dejaban bastante que desear en su mantenimiento; se construyó un salón en la Laguna Don Tomás sin planos y que desde su inicio nunca dejó de sufrir los avatares de la humedad; el basurero municipal vivió probablemente su peor momento, solo por nombrar algunas perlitas de esos años.
El colmo del spot publicitario de la campaña del pre candidato a su reelección es que uno de los pibes le atribuye a Torroba haber “instaurado la recolección de residuos”. Dejando a la imaginación qué hacían antes del 2008 los santarroseños con la basura de sus hogares.
Interesante el remate del spot, con el macho conductor bailando el jingle de campaña que es tan pegadizo que lo hace soltar el volante para danzar al ritmo musical, con el macho pre candidato sentado ahora en el asiento del acompañante y los otros dos atrás sin cinturón.
Evidentemente Francisco Torroba, el candidato favorito de Mauricio Macri para La Pampa y por el cual no dudó en apretar candidatos y casi romper al centenario partido en la provincia, se dejó engañar por su equipo comunicacional, que le hizo creer que la gente joven sale en auto, con ropa cara, para decidir a quién votar en la PASO.
La mayoría de las pibas y los pibes no deciden a quién votar dando vueltas en un automóvil sin destino determinado, hasta que alguna amiga invita mate.
Primero que difícilmente algún adulto les preste el coche para que anden sin rumbo, pensando a quién votar, luego de los sucesivos aumentos de los combustibles que aplicó el macrismo, a través del CEO de la Shell, Juan José Aranguren, jefe –casualmente- de Agustín Torroba, hijo del pre candidato Francisco.
En realidad la gente joven de los barrios santarroseños seguramente piensa su voto mientras anda saltando charcos de agua potable y de desbordes cloacales, que justamente él no hizo nada por prevenirlos cuando era intendente.
Las y los jóvenes piensan su voto mientras sufren algún atropello de alguna fuerza de seguridad, a imagen y semejanza de lo que promueve Patricia Bullrich.
También piensan a quién votar mientras ven con impotencia cómo sus padres y madres pierden el sustento familiar, con los cierres de fábricas y empresas, o las suspensiones masivas de personal.
Obvio que analizan su voto desde la frustración de no conseguir el ansiado primer empleo, para poder ofrecer en sus CV alguna “experiencia laboral” al momento de buscar trabajo.
Ni hablar del análisis del voto que hacen las y los jóvenes que no podrán ir a estudiar la carrera que querían hacerlo en alguna universidad de provincias vecinas, al no poder costear alojamiento y alimentos sus progenitores.
A no tener dudas que los jóvenes que vieron ingresar a sus hogares una masa de agua y desechos cloacales en las inundaciones pasadas, arruinando viviendas y enseres, también habrán pensado a quien votar, mientras debían salir de sus casas con el agua hasta las cintura, y la gestión de su propio partido político les negaba un colchón porque “se va a volver a mojar y hasta que no seque no se darán”.
Los jóvenes que dejaron, en los últimos dos años de recibir sus computadoras del Plan Conectar Igualdad también pensarán a quién votar.
El listado puede llevar un buen rato, pero en este spot Torroba repitió el traspié que sufriera cuando lo descubrieron “produciendo” un informe con TN en un restaurante santarroseño. Falta menos de un mes para la elección y encima dicen que los números no lo estarían acompañando.
Cómo corolario del vídeo bien se puede concluir que es tal el concepto pobre que transmite hacia los jóvenes, y especialmente a las mujeres, que con dos mentiras y una canción convencieron del voto a alguien.
Ni hablar del propio candidato que da por tierra con una de las bases que seguramente les enseñaron a los chicos en la secundaria, sobre el acto electoral: el voto es secreto.