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La provocación

Los funcionarios municipales de la gestión que encabeza el intendente Leandro Altolaguirre salieron ayer en masa para explicar algunas actitudes inexplicables que se aplican hacia empleados de la comuna y a vecinos.

El factor común es que en todos los casos el factor común de las explicaciones es que no parecen hacerse cargo de las responsabilidades que les caben, tal cual les exige la comunidad.

Por la mañana, el director de Recurso Humanos municipal, Juan Weigel, intentó aclarar los motivos por los cuáles el municipio utiliza una norma de la última dictadura militar para sancionar a sus empleados. En primer lugar intentó invertir la carga de la prueba y acusar, con nombre y apellido, a un empleado que le envió una carta documento a su domicilio, considerando que el trabajador incurría en una amenaza, por no mandársela al trabajo.

Confirmó la vigencia de la cuestionada norma, aduciendo que “dicha normativa sigue vigente en el ámbito del municipio, del mismo modo que siguen vigentes muchas normas jurídicas de facto en otros municipios y también a nivel del Gobierno Provincial”. Obviamente que intentando dividir responsabilidades, sin hacerse cargo de la propia.

En el parte de prensa oficial, Weigel incurre probablemente en un fallido al admitir que “los descuentos que se realizan desde su Dirección no son inmediatos, ya que el agente en la mayoría de los casos ejerce su derecho a defensa”. De esta manera terminó coincidiendo con el gremio UPCN, que denunciaran la existencia de descuentos y sanciones sin que los empleados pudieran defenderse.

Lo curioso es que en otro párrafo de la comunicación oficial, el funcionario reflexiona que “se les pide a los empleados que trabajen, ya que son los contribuyentes quienes pagan nuestros sueldos y debemos darle una respuesta acorde”, poniendo en evidencia que las reglas no son para todos iguales, puesto que gran parte de la sociedad santarroseña está pidiendo respuestas acordes a los funcionarios municipales, a los cuales les paga el sueldo, como el mismo Weigel reconoce.

La puntada final la dio el mismo Weigel en una entrevista que diera por la tarde a Radio Noticias, donde explicó que su tarea consistía en “atender y dialogar con los empleados, decirle siéntese cuente que problema tiene…y si es necesario facilitarle la llegada al servicio de asistencia al adicto”. Fallido o no, el funcionario volvió a tratar de adictos a los empleados, tal como lo hiciera al inicio de su gestión con una polémica comunicación que pegara en las paredes del municipio, recordandole a los trabajadores que en horas de labor estaba prohibido beber alcohol e ingerir drogas.