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¿Cambiemos santarroseño con nuevos funcionarios y viejos reclamos?

Dispares sensaciones están causando los primeros días de Pablo De Dios Herrero como secretario de Obras Públicas del municipio santarroseño. Por un lado se le reconoce que es un funcionario que acostumbraba ir en persona a interesarse por las obras de la ciudad, por otro dio el primer traspié al realizar imprudentes declaraciones sobre los empleados.

De Dios Herrero puede hablar de “herencia recibida” dentro de la misma gestión del gobierno de Cambiemos municipal. Uno de los ejemplos más claros se puede ver por estas horas con la rotura de pavimento y cañería de agua frente al Hospital Lucio Molas, que provocó el corte de suministro de líquido elemento para gran parte de la ciudad, mientras arreglan el desperfecto. Desde esta página se había alertado de que hacía una semana estaba esa importante pérdida de agua potable, y cloacas, cuyas consecuencias deben sufrir hoy los vecinos.

Una de las críticas que recibió el saliente Mario Cortina fue que su “sinceridad fatal” alteraba el humor de atribulados vecinos y trabajadores, que al plantearle sus problemas no solo se iban más preocupados, sino también enojados. De Dios Herrero comenzó con el pié izquierdo en su función, frente a los empleados, recibiendo un pedido de retractación del propio gremio de los municipales, que le pidió que se ubique cuando hable de los trabajadores.

La crisis de una gestión que no termina de arrancar y que por estas horas ya dejó en claro ante los vecinos que asumió sin un proyecto concreto para solucionar los problemas de la capital y sus habitantes y que lo más cercano que ofrecen es un utópico plan estratégico, además de la reitrerada  queja de la herencia recibida, que por estas horas ya no alcanza para satisfacer los incontables reclamos se los santaroseños.