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“Mamá, juego diez minutos porque no me dejé tocar…”

Se hizo pública la grabación de la charla que tuvo el coordinador del Club Mac Allister, Patricio Mac Allister, con madres y padres de los chicos que juegan en categorías inferiores del club, luego de conocerse los supuestos abusos del ahora ex técnico de los pibes.  Hay tramos de alta sensibilidad, como cuando una madre le dice -llorando- que su hijo le manifestó “Mamá, juego diez minutos porque no me dejé tocar..”. “Esto pasa en todos lados…esto yo lo ví en cinco clubes”, intentó tranquilizarla Mac Allister. En todo momento, el responsable del Club trata de bajar los decibeles y que no se haga público el tema, por considerar que Santa Rosa es “una ciudad muy jodida, muy complicada y tampoco quiero que se arme un despelote”.

El reclamo de muchas madres apunta a que la situación se haga pública y se denuncie –lo que finalmente ocurrió, pero desde los medios de comunicación- para que otros padres estén alertas y no se repitan situaciones como las descritas por los chicos.

Sigue siendo sugestivo que ningún organismo oficial, dedicados a la niñez, la adolescencia y la familia, hayan tomado cartas en el asunto, de oficio.

Patricio “Pato” Mac Allister da a entender en algunos tramos de la discusión que ya habían tenido algunos episodios con el técnico con anterioridad, dando por tierra sus propias palabras a la prensa, cuando aseguró que nunca había tenido quejas.

Estos son algunos de los tramos de la discusión, publicados por El Diario de La Pampa:

 

– “Bueno, acá estamos, lo estaba llamando (a ’Patilla’) pero no me contesta el teléfono… Obviamente vamos a tomar cartas en el asunto y a creer siempre lo que dicen los chicos. Ahora vamos a concentrar un poquito (para el partido que tenían pendiente), que salga lo que sea, y después nos juntaremos para charlar un ratito mientras los chicos se cambian”.

 

– “La verdad que tengo una amargura… Porque uno labura para que todo funcione bien y que pasen este tipo de cosas que ponen en riesgo todo y más que nada los chicos…. No sé bien qué pasó… Pero bueno, obviamente que yo estoy de parte de ustedes”.

 

– “Siempre les vamos a creer a los chicos y vamos a estar de parte de ustedes… Pero hay una cosa que me preocupa mucho y yo quiero proteger a los chicos. Estamos en una ciudad muy jodida, muy complicada y tampoco quiero que se arme un despelote”.

 

– “No sé si nos conviene armar lío…”.

 

– “Yo necesito saber la situación porque yo después necesito ir a hablar con Ceferino Almudévar, ir a hablar con éste, ir a hablar con el otro para ver cómo lo trabamos (sic) de otro montón de cosas. Que no las voy a decidir yo, yo voy a decidir sobre mi club”.

 

– “Yo lo que no quería es que se armara todo un escándalo porque los chicos han tenido un comportamiento ejemplar”.

 

– “El año pasado viene una mamá y me hizo un comentario de que ’Patilla’ los había invitado a ver un video… Entonces lo agarré a ’Patilla’ y le dije: ’Mirá, es la última vez que vos invitás a un chico a ver un video’. Él me dice que ’no porque vienen de a dos o de a tres’. ’Ni de a uno, ni de a dos, ni de a tres… Vos querés ver un video, acá en el club tengo un plasma más grande que el de tu casa, en tu casa nada’ (le contestó). Después la mamá me dijo ’todo bien, nunca más’… Bueno, bárbaro”.

 

– “Lo que no quiero es que, no por nosotros que somos grandes ni por el club… Tengamos cuidado porque en donde nosotros larguemos, eh… Viste cuando como vos te tomás un vino y después dicen que tomaste un vino y dos o tres whiskies. Entonces no quiero que después alguien diga ’a tal pibito le pasó esto’, y es una sociedad complicada la nuestra. Entonces armaremos una estrategia para cuidar a los chicos, obviamente vamos a sacar a ’Patilla’, y armaremos una estrategia como para ver por qué se fue porque si no nos van a llamar del diario, de la radio…”.

 

– Una mamá lo interrumpe y -con sentido común- le advierte que si no lo denuncia “Patilla” les va a hacer lo mismo a otros chicos en otro club. A lo que Mac Allister contesta: “Mirá, yo te digo lo que nos pasó una vez con él… Porque él ya estuvo antes con nosotros. Vinieron dos papás donde me hicieron un planteo parecido al de ustedes. Yo lo eché a ’Patilla’ del club, con todo el dolor del alma. Y a los dos meses esos dos papás sacaron los chicos del club, y ’Patilla’ se fue a Santa Rosa, y se llevaron a los chicos a Santa Rosa para que los dirigiera él. Para que veas el grado a veces de complejidad que tienen las cosas. Tampoco nosotros podemos meternos en una situación que nos puede complicar, me refiero a este grupo , ¿no?… Yo no quiero que el día de mañana el pibe tuyo, que tiene todo el futuro por delante, venga alguien y le diga ’a este pibe lo abusaron’”.

 

– La misma mamá lo vuelve a interrumpir y llorando le dice: “¿Sabés qué me duele, sabés qué me dijo mi hijo?: ’Mamá, juego diez minutos porque no me dejé tocar…’”.

 

– Otra mamá agrega: “Yo te hago una pregunta: ¿cómo hacés para proteger a los chicos y dejarlo a él que siga ejerciendo en otro club y dándole la posibilidad que le pase esto a otro chico?”.

 

– Mac Allister responde: “Muchachos, pero vivimos en Santa Rosa… Nosotros tenemos que ir en la misma dirección”.

 

– “Me vine en el camino razonando (sic)… No te pienses que quiero defender al club. El club obvio que lo quiero defender. Pero no voy a defender el club arruinando a un pibe, ni voy a defender el club exponiendo a nadie… Y no estoy hablando de él (por ’Patilla’), estoy hablando de los pibes de ustedes”.

 

– Una de las madres lo vuelve a interrumpir, le exige que tome medidas y le cuenta que la noche anterior a viajar su hijo le había dado “señales”. “Me quiero morir, me estaba pidiendo ayuda de una forma…”, le dice llorando. A lo que Mac Allister contesta: “No te quieras morir, mirá… Te voy a contar porque cada uno de ustedes está en un ambiente de cada uno en sus trabajos, yo estoy en el ambiente del fútbol. Esto… pasa en todos lados. Aunque me duela a mí, aunque me duela, yo lo vi en cinco clubes ya… Esto no es un cosa, un monstruo”.

 

– La misma madre vuelve a interrumpirlo, y llorando le grita: “Paremos el tren, Pato, paremos el tren, es lo único que le pido… Hoy fueron los nuestros y mañana van a seguir otros, y pasado van a seguir otros, y van a pasar los años… ¿Qué somos? ¿Somos todos cómplices? Así está la Argentina… Somos todos cómplices”.

 

– “Vamos a tomar una medida y no somos cómplices… Y vamos a proteger a los chicos. Les bajaremos la angustia que tienen, los tranquilizaremos… Esto que van a hacer ahora es un partido normal y es una experiencia que nos tocó vivir y gracias a Dios ellos se protegieron como grupo, y eso a mí me pone orgulloso. Porque eso se lo da el deporte. Les van a pasar mil cosas, o les van a pasar otras cosas peores en otro ambiente, entonces tenemos que prepararlos, hablarles y estarles encima… Porque lamentablemente pasan mil cosas, pasan mil cosas en la calle, en la escuela, en los clubes, en los boliches… Y nadie es cómplice de nada”.