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La gente es mala y comenta…

El despido de tres trabajadores de LRA3 Radio Nacional Santa Rosa sigue poniendo en blanco sobre negro el accionar de distintos sectores sociales y políticos. Mientras la gran mayoría ha hecho público su rechazo a la medida (legisladores provinciales, sindicatos, CGT, trabajadores de medios de comunicación, etc.), hay algunos –los menos- que justifican la medida. Pero hay una tercera posición que directamente hizo mutis por el foro.

Entre estos últimos se cuenta al Consejo Local de Unidades Básicas. Esta semana convocaron a Javier Urban, uno de los trabajadores echados y tal vez el caso que adquirió más resonancia, a exponer su situación en la casas de la calle Emilio Mitre.

Si se tiene en cuenta que Urban es afiliado y militante del PJ local y en los últimos años se sumó a las huestes de La Cámpora, pero nunca negó su condición de peronista,  y también que LRA3 tiene parte de su historia ligada íntimamente a la del peronismo, era entendible el interés de algunos integrantes del Consejo de interiorizarse por el tema.

Cuentan que escucharon atentamente la exposición del periodista, le agradecieron su presencia y, una vez retirado el atribulado trabajador de prensa, debatieron pasos a seguir.

Dicen que si bien la conformación del Consejo incluye a integrantes de distintas líneas  -lo preside el jorgista Fabián Bruna, y hay referentes de la Línea Plural, el NEP, La Cámpora y otros- la mayoría de los que estaban reunidos eran de la marinista Convergencia Peronista. Habrían sido justamente dos integrantes de esta última línea interna quienes habrían objetado que el Consejo se manifieste, argumentando que hace 4 años fue La Cámpora la que decidió cortar contratos de marinistas en el RENAR (Registro Nacional de Armas), para ubicar militantes K, y que nadie dijo nada en esa oportunidad. Según aseguraron testigos, las dos voces que se alzaron con mayor contundencia fueron –casualmente- dos convergentes que se cruzan a diario con Urban en la Legislatura Provincial. De nada habría servido el pasado de funcionario marinista del comunicador (fue director de Prensa del último gobierno de Rubén Marín).

Sea veraz o no el trascendido, lo cierto es que el Consejo no se expidió hasta el momento sobre el particular, sumando una mácula más a su cuestionado sentido de la oportunidad política.

Nobleza obliga, se debe destacar que la postura de los convergentes del Consejo es divergente con la de otros referentes de la misma línea. La senadora Norma Durango, también de Convergencia, presentó un proyecto para que el gobierno macrista informe acerca de la medida “dispuesta arbitrariamente y en abierta violación de su derecho a la estabilidad laboral”. Durango repudió estos despidos, repitiendo su actitud de hace 4 años, cuando hubo cese de contratos en el RENAR.