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Educación: carpetas médicas y el ocultamiento de la información

A pesar de que la ministra de Educación, María Cristina Garello, aseguró dos veces en lo que va del año que  tomaría cartas en el asunto por lo que consideran excesos en las licencias médicas docentes, hasta el momento la intención solamente quedó en  anuncios.

El 3 de mayo pasado la funcionaria, en conferencia de prensa, se había quejado de supuestas situaciones irregulares en las licencias porque “hay abusos de los docentes y falta de ética de muchos médicos”. En esa misma oportunidad, Garello había dicho que ““hoy terminamos el presupuesto y la promesa es seguir trabajando juntos con el Ministerio de Hacienda, en la próxima etapa, que va a comenzar el mes que viene, va a ser de ver cómo organizamos el control de las licencias médicas”. Pasaron los meses de junio y julio sin novedades, al menos a la vista.

El 29 de agosto la ministra volvió a la carga con el tema: “”Queremos saber cuáles son aquellas licencias médicas que prevalecen en el sistema, por cuánto tiempo, cuál es el porcentaje de tareas pasivas, a cuáles docentes se tendría que dar la jubilación por discapacidad por su estado de salud, etc.”, explicó en conferencia de prensa ese día.

Lo que ha sido imposible de acceder hasta el momento es cuál es el diagnóstico que motivó la preocupación y las medidas anunciadas. Vanos han sido los intentos de este medio para saber detalles elementales sobre el estado actual del tema.

No es un secreto que ha causado preocupación en las sucesivas gestiones políticas de la cartera educativa el importante grado de ausentismo docente, sin que se lograran hasta la fecha soluciones a esa problemática. ¿Garello y su equipo relacionan el ausentismo docente con los abusos en licencias médicas?. ¿Por qué la ministra solamente se refiere al trabajo conjunto que se hace con el Ministerio de Hacienda sobre este tema? ¿Solamente se analizarían las implicancias económicas de las supuestas irregularidades? ¿Y las pedagógicas? ¿No merece un análisis más amplio, tal vez abordando de alguna manera la problemática con todos los actores de la comunidad educativa?.  Son todas preguntas que hasta el momento siguen sin obtener respuestas de las autoridades educativas.

Tal vez la más importante sea saber si se ha pasado del extorsivo presentismo de los 90, que obligaba a los docentes a ir a trabajar enfermos, a una especie de jubileo de licencias médicas, con galenos cómplices y corruptos, ya que dicen habría médicos que tendrían hasta un arancel para firmar este tipo de carpetas.

garello

Hasta el momento solamente evasivas se obtuvieron como contestaciones a los intentos periodísticos por profundizar sobre el particular. Es un misterio la cantidad de licencias médicas en relación al ausentismo docente. También lo es saber cuáles son las patologías que prevalecen en las carpetas, ni si existen médicos que sean llamativamente reincidentes en la firma de esas carpetas.

En mayo y en agosto este medio intentó en  reiteradas oportunidades poder tener una palabra autorizada sobre el tema. Infinidad de llamadas telefónicas, visita a distintas dependencias, y la reiterada promesa de “déjame tu número de teléfono que te llamamos” fueron algunas de las respuestas evasivas que se obtuvieron en el afán investigativo.

Sabido es que los pasos que se retroceden en las políticas sociales, entre ellas las educativas, llevan un largo período para recuperar lo perdido. El camino del ocultamiento de información que debiera ser pública evidentemente no lleva por una buena senda.