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Espejitos

El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación anunció que desembarcará con estructuras paralelas sociales y sanitarias, denominadas Centros Integradores Comunitarias, en Santa Rosa. Lo raro es que mientras se realizan estos anuncios, el intendente santarroseño y los legisladores nacionales radicales se reunieron para exigirle al gobierno de Mauricio Macri que no ignore a la capital pampeana en la repartija que hace a las ciudades del interior del país.

El subsecretario de Organización Comunitaria de la cartera de Desarrollo Social, Martín Fiorito, estuvo la semana pasada en esta capital, acompañado de Diego Elaj, director de Comunicación Estratégica del mismo Ministerio anunciando con bombos y platillos que construirían en el Barrio Esperanza una edificación de 500 metros cuadrados.

Según Fiorito, allí habría consultorios médicos “tenemos que definir, en el marco del convenio, las especialidades médicas que hagan falta. Va a tener un salón de usos múltiples”. También dijo que allí funcionaría una mesa de gestión y un playón deportivo.

Bajo el paraguas de “gestionar  con la gente”, estas estructuras que intenta bajar el macrismo en distintas ciudades, evidentemente se plantean formas de gobierno y gestión paralelas a las ya existentes: provincia, municipio, comisiones vecinales, centros de salud, etc.. Cae de maduro que esos centros terminarán siendo de acción de política partidaria, más que de política social. De otra manera no se entiende, por ejemplo, el motivo de abrir consultorios paralelos al centro de salud que está a pocas cuadras, en el barrio Reconversión. Tal vez sería más atinado reforzar poartidas nacionales para ese centro y tratar de enviar más profesionales, en vez de montar otro tan cerca.

Idéntico razonamiento se puede aplicar para el armado de mesas de gestión, cuando debería estar funcionando una a nivel capital, y ya hay comisiones vecinales en la zona, que dicho sea de paso, el intendente Altolaguirre nunca convocó.

En reportajes concedidos, ambos funcionarios nacionales plantearon que el objetivo de esto es “acercar el Estado a la gente”. Tal vez alguien debería explicarles que el Estado se acerca generando políticas económicas que generen empleo, por ejemplo, y no lo contrario. También regulando tarifas en favor de la gente y no de las empresas.

Por estos días se sucedieron, y a veces hasta en forma coincidente, las palabras de referentes oficialistas y opositores de las fuerzas políticas pampeanas expresando desagrado por el evidente “cierre de canilla” que sufre nuestra provincia, tal vez por la falta de acompañamiento en el Congreso ante medidas que atentan contra los intereses de los pampeanos.

En tiempos de crisis y de evidente aumento de la pobreza, no es cuestión de aceptar lo primero que se venga a querer “vender”. Pasó con la cancha de hockey de las leonas para Santa Isabel, donde el evidente desconocimiento del territorio los llevó a pretender instalar una estructura que requiere una cantidad impresionante de agua, en una de las zonas más desérticas de la provincia. Es de esperar que no pase lo mismo con la instalación de los CIC y que nuestras autoridades pongan coto a estas pretenciones, y no acepten ni espejitos –ni globitos- de colores.