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SiTraSap con “pronóstico reservado”

La denuncia que recayó sobre un dirigente sindical y cooperativo, Roberto de Martini,  en el día de ayer, parece ser la punta del iceberg de una lucha intestina dentro de la organización que agrupa a parte de los trabajadores de la salud. Esta mañana confirmaron a Diario La Campana el sugestivo ingreso a Salud Pública, este año, del hijo de un alto dirigente del SITRASAP. También que habría cobro de “sobresueldos” en el seno del sindicato.

Edgardo Gigena, secretario de Prensa del Sindicato de Trabajadores de la Salud de La Pampa, confirmó que el titular del sindicato, Carlos Ortellado, habría logrado “hacer entrar” en Salud Pública a un hijo, lo cual venía siendo un secreto a voces dentro del Hospital Lucio Molas desde hace algunos meses. “Hay compañeros que tienen problemas para que sus hijos consigan trabajo. Como verán que un dirigente sindical acomode su hijo en Salud? Cómo actúa el que tiene compromisos con el ministro o el director del hospital?.  Hay silencios llamativos respecto a cosas importantes que pasan en el Hospital y en Salud Pública. Los propios compañeros se dan cuenta. Los compañeros no pueden pagar por los favores que deben los dirigentes. Para los que hemos compartido momentos difíciles nos da tristeza y frustración”, reconoció y se lamentó.

Gigena también denunció a Ortellado de cobrar un “sueldo adicional con el aporte de los afiliados”. Recordó que, por Ley, “la patronal paga el sueldo, es un derecho laboral, de los compañeros que ejercen actividad sindical. Ortellado convocó a asamblea y pidió que aparte de su sueldo le paguen otro aparte. Si bien está prohibido por estatuto, él logró que el congreso lo aprobara. Luego logró modificar el estatuto ara que se pueda cobrar si aprueba un congreso”.

Fue más crítico aún con esta práctica, criticándola también desde lo conceptual, “creemos que los militantes no deben cobrar otro sueldo. Esto es fuente de otro modelo sindical. Entonces vienen porque se gana más plata, no vienen por convicción. Estamos en contra de eso. Eso forma parte de la lacra de la política sindical. Nacimos criticando todo eso”.

Si bien no dio más nombres, deslizó la certeza de que algunos otros dirigentes gremiales estarían coincidiendo en la práctica del acomodo de familiares y el cobro de sobresueldos gremiales.

“Cada vez menos personas deciden que se hace en el sindicato. Alquilaron una casa y no sabemos dónde se discutió. Compañeros pagan sobresueldos, cosa que el estatuto prohíbe. No se decidió en reuniones de comisión directiva” analizó.

Finalmente evaluó, en lo sectorial, que “la paritaria está muy lejos de lo que esperábamos. No se avanza. La patronal no quiere escuchar ni discutir de los problemas. Hablan de otra cosa y no de los problemas que tenemos y se deberían plantear. Es difícil avanzar”.