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Macri y Bolsonaro señalados como cómplices del golpe en Bolivia

Los gobiernos de Mauricio Macri de Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil, son señalados por estas horas como cómplices del golpe de Estado contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, actuando como miembros destacados de las Fundaciones de Estados Unidos en la región y ligados además a las iglesias Evangélicas de nuevo cuño, que prácticamente han invadido a América Latina.
Además de sus vínculos con Luis Fernando Camacho, cabeza civil del golpismo, y del paramilitarismo de Santa Cruz de la Sierra, junto a la Juventud Cruceñista, de larga historia por su complicidad criminal en las dictaduras que sacudieron a ese país.

La diputada nacional boliviana del Movimiento al Socialismo (MAS) Alicia Canqui Condori aseguró que “en Jujuy se ha reunido la hija de Donald Trump con el gobernador Gerardo Morales, para planificar todo este plan que han hecho en Bolivia”.
El golpe de Estado se da en coordinación de Estados Unidos, con el Tribunal Constitucional, el Ejército, la Policía y el Comité Cívico, dijo también a Radio Caput de Buenos Aires al señalar que “vamos a trabajar como corresponde. Nosotros somos electos, no nombrados, no hemos venido por ningún fraude. Vamos a tomar acciones legales. La Autoproclamada presidenta (Jeanine Añez) pretendía cerrar el Legislativo y mandar a través de decretos. No lo vamos a permitir”, sostuvo.
En relación a la complicidad oficial argentina, la diputada se refiere a la visita de un día de Ivanka Trump, hija y asesora del presidente estadunidense Donald Trump el pasado 4 de septiembre a Jujuy, provincia fronteriza con Bolivia, cuyo aparato de seguridad incluyó a más de 2 mil 500 agentes federales, en un aeropuerto cerrado a todo movimiento, acompañada por el subsecretario de Estado John Sullivan y numerosos funcionarios.
Todo esto supuestamente para respaldar la Iniciativa del Desarrollo y la Prosperidad Global de las Mujeres (ONG de la Casa Blanca) y fue recibida por el canciller Jorge Faurie y el gobernador jujeño Gerardo Morales, el mismo que envió ilegalmente a la cárcel a la dirigente social de su provincia Milagro Sala, junto a otros hasta hoy detenidos políticos.
Visitó a un pequeño grupo de la ONG PRO Mujer y mantuvo reuniones especiales con el embajador de Estados Unidos en Argentina, Edward Prado, y otros funcionarios. Nadie creyó que este desplazamiento con semejante acompañamiento de aviones y seguridad tuviera un fin benéfico sólo para una pequeña ONG.
Fue esto lo que llevó a investigar a dónde fueron los 400 millones de dólares que declaró traer supuestamente para ayudar a construir carreteras en Jujuy. Entre lo que se investiga está el envío de un avión militar de Argentina a Santa Cruz, Bolivia, con supuesta ayuda técnica para controlar desastres, y otras reuniones prácticamente clandestinas.
También se denunció la relación de Morales, de la Unión Cívica Radical (UCR) de la oficialista alianza Cambiemos con el empresario paramilitar Camacho, incluso con Añez.
Lo mismo sucede con el encuentro de Camacho, cuyo nombre figura en los listados de los Panamá Papers, con el presidente argentino Mauricio Macri, con fortunas en los paraísos fiscales, entre otros antecedentes oscuros.
En mayo de este año Camacho se reunió con el canciller de Brasil Ernesto Araujo y otros funcionarios importantes. Por supuesto, Araujo reconoció al supuesto “nuevo gobierno” de Añez.
Ligado Camacho por sus creencias “evangélicas” con los mismos sectores a los que pertenece el presidente Bolsonaro, los indicios de la “ayuda” de los mandatarios de Argentina y Brasil a los golpistas de Bolivia se agravan cada día, considerando además las “flexibles” fronteras comunes con este país, y fundamentando las denuncias de las últimas horas.
El racismo fundamentalista que caracteriza a este golpe fue común en los anteriores, recordando que en el golpe de Septiembre de 2008 fueron los cruceños, encabezando a los estados de la llamada Media Luna (Santa Cruz, Beni y Pando) los que quemaron 171 edificios, entre ellos radios y televisoras. Paramilitares del departamento de Pando emboscaron a un grupo de campesinos que llegaba para manifestarse en favor del presidente Evo Morales y mataron a 20 personas torturadas y asesinadas, en forma atroz, y entre ellas a niños arrojados al río desde un puente en el Porvenir, hecho que los golpistas intentaron adjudicar a Morales, pero la intervención de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) impidió, al investigar los crímenes e informar a Naciones Unidas sobre la verdad.

Fuente: Diario La Jornada