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Capricho peligroso: Altolaguirre puso en riesgo a casi 300 santarroseños en “El Molino”

El intendente Leandro Altolaguirre decidió poner al máximo su fama de cabeza dura y desafió la clausura del espacio “El Molino”, habilitándolo para un espectáculo que congregó alrededor de 300 personas. El sitio mantiene una clausura de las autoridades laborales, por no ceñirse a lo normado en cuestiones de seguridad e higiene. La policía de trabajo clausuró el lugar hace una semana y lo inhabilitó para que ingresen los trabajadores, a excepción de los que tiene que arreglarlo.
Se caía de maduro que si el lugar es insalubre e inseguro para los trabajadores, también lo es para el público. Claro que la habilitación para espectáculos públicos la da, no casualmente, el propio municipio.
Haciendo caso omiso del riesgo que significa la permanencia de personas en el lugar, se hizo este fin de semana un espectáculo allí.
La comuna emitió un desafiante comunicado, donde informaba del evento realizado y a la vez agradecía a los empleados que trabajaron.
Afortunadamente no hubo siniestro alguno para lamentar, pero queda la inquietud de saber que el jefe comunal prefirió poner en riesgo a casi tres centenares de santarroseños, ante la advertencia de un riesgo cierto para quiénes estuvieran en el lugar.
Como corolario, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales denunció aprietes de las autoridades comunales a los trabajadores para que se hicieran presentes el domingo e intimó a la comuna a que cese con esa actitud, a la vez que realizó la denuncia pertinente ante la Subsecretaría de Trabajo.
Afilado, como siempre, el titular de Trabajo del Gobierno Provincial, Marcelo Pedehontaá, declaró hoy que se estaba encargando del tema, “estamos cuidando al intendente porque sus funcionarios lo van a meter en problemas”.
El salón “El Molino” enfrenta el riesgo cierto de ser clausurado en forma definitiva, por el peligroso capricho de Altolaguirre y sus adláteres.

 

Fuente de la imagen: Municipio de Santa Rosa