Diario la Campana

Diario online

Escándalo: clausuraron “El Molino”, inaugurado hace 15 días por Altolaguirre

Leandro Altolaguirre y Gabriel Gregoire agregaron un nuevo ladrillo al éxito de la campaña de Luciano Di Nápoli, en su carrera para la intendencia. Esta mañana fue clausurado el espacio cultural “El Molino”, que fuera inaugurado hace 15 días como uno de los hechos destacados del centenario de la capital pampeana, por representar un peligro para la seguridad de los trabajadores.
La inseguridad del lugar estaba a la vista, tal como lo remarcáramos en este mismo diario, y los funcionarios del municipio ya habían sido advertidas de las irregularidades tanto por el gremio SOEM, como por las autoridades de Relaciones Laborales, respecto de que el edificio no cumplía con las medidas mínimas de seguridad e higiene.
Desde el sindicato de empleados municipales, Omar Rojas había declarado la semana pasada que “Se constataron irregularidades en el molino. Hay un acta donde aconsejan que no ingrese gente a algunos lugares porque no están dadas las condiciones de seguridad e higiene”, las autoridades municipales hicieron oídos sordos y esta mañana se presentó una delegación de Policía del Trabajo, junto a representantes gremiales y constataron que no se había hecho ninguna mejora, desde la última vez que estuvieron allí. Por esta razón el edificio pasó a lucir una faja de clausura.
El titular del área de Cultura de la comuna, Gabriel Gegoire, volvió a subirse sobre su propia ira y atribuyó a “motivos electorales” la clausura, a pesar de que él mismo y Altolaguirre inauguraron el salón, a las apuradas, por la misma causa.
Otro dato interesante se habría registrado cuando las autoridades laborales pidieron por el responsable de la habilitación del espacio. Dicen que el silencio fue estruendoso y nadie de la comuna se habría hecho cargo.
Pero ahí no terminó todo. Gregoire se puso a las puertas de un nuevo escándalo. En el medio de la discusión con los dirigentes gremiales, les habría espetado a los mismos que los empleados “no quieren trabajar” y los habría sindicado de “vagos”.