El tour del intendente y las lágrimas de Macri

Leandro Altolaguirre eligió ir a Buenos Aires, sacarse una foto con su credencial que lo habilitaba a participar de un taller en G20. Eligió sentarse en la gala del Teatro Colón para los líderes mundiales, el resto solo aplaudidores, justo al lado de Javier González Fraga, que se preguntó “qué tan pobres son los pobres” de Argentina, el mismo que sentenció hace más de un año que “”le hiciste creer a un empleado medio que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior”.
Mientras tanto, en Santa Rosa, las pérdidas de agua y líquidos cloacales siguen como el primer día de su gobierno. Los baches y cráteres en el pavimento se multiplican hasta el infinito, los concejales casi le ruegan porque mande a su principal funcionario de Obras Públicas para que explique lo que no hace,
Altolaguirre tal vez soñó lograr algunas fotos con Donald Trump, Emmanuel Macron o Theresa May. La única que puso conseguir fue con María Eugenia Vidal.
El intendente santarroseño gozó de su tour por la Capital Federal, pero los radicales hacen esfuerzos sin precedentes para evitar que sus demonios internos les jueguen otra mala pasada, como les sucedió en 2017, cuando dejaron a los del partido fundado por Alem sin diputados nacionales, fruto de las desavenencias de sus dirigentes.
Mientras Altolaguirre y González Fraga lucían sonrientes, Macri ensayaba un gesto emotivo. Las lágrimas de Mauricio Macri bien podrían haber sido por la ciudad de Santa Rosa.